Ouattara dice que aún “no ha adoptado la decisión”, que deja en manos de su partido, que ya respaldó en septiembre su candidatura
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha abierto la puerta este jueves a la posibilidad de presentarse a un cuarto mandato al frente del país, después de ser reelegido de forma controvertida en 2020 en medio de denuncias de la oposición sobre una violación de la Constitución, que fija en dos el número de mandatos del jefe de Estado.
“Tengo buena salud y estoy dispuesto a seguir sirviendo a mi país”, ha dicho el mandatario, de 83 años, durante un acto oficial en la ciudad de Abiyán retransmitido por la cadena pública RTI en su cuenta en la red social Facebook, discurso en el que ha recalcado que la decisión dependerá de su partido, la Agrupación de los Republicanos (RR, según sus siglas en francés).
“A día de hoy no he tomado la decisión”, ha señalado Ouattara, quien ha recordado que hace cinco años mostró su voluntad de “pasar el mando a una nueva generación”, si bien ha insinuado por primera vez que podría volver a presentarse como candidato a las urnas. “Mi partido dispone de media decena de potenciales candidatos”, ha zanjado.
La formación RR ya expresó en septiembre de 2024 su respaldo a la posibilidad de que Ouattara se presentara a un cuarto mandato en las próximas elecciones, previstas para noviembre de 2025, si bien la designación no ha sido realizada de forma oficial por el momento, tras lo que el presidente debería aceptarla.
El portavoz del Gobierno marfileño, Amadou Coulibaly, ya destacó el miércoles que “el presidente está en forma”. “Puedo garantizar que está muy bien de ánimo”, afirmó en rueda de prensa, donde destacó lo que describió como avances del país africano a nivel económico.
Ouattara obtuvo un polémico tercer mandato al frente del país tras obtener más del 94 por ciento de los votos en las elecciones celebradas en 2020, un proceso boicoteado por los principales candidatos opositores en rechazo a su decisión de volver a presentarse a las elecciones, decisión que achacó a la repentina muerte del entonces primer ministro y candidato gubernamental, Amadou Gon Coulibaly.
La decisión del presidente fue apoyada por el Tribunal Constitucional, que arguyó que las enmiendas aprobadas poco antes a la Carta Magna ponían a cero su contador de mandatos, lo que, de hecho, le permitiría en la practica presentarse este año por cuarta vez, algo que previsiblemente desataría nuevas críticas de la oposición.
De hecho, la oposición anunció tras lo comicios de 2020 la creación de un Consejo Nacional de Transición al dar por finalizado el mandato del presidente, lo que sumió al país en una grave crisis política finalmente encauzada por un proceso de conversaciones que permitió estabilizar la situación y acercar posturas entre los opositores y el mandatario, quien se consolidó en el poder.
Previamente, las autoridades lanzaron una campaña de arrestos contra la cúpula del Consejo Nacional de Transición, en medio del temor sobre un posible recrudecimiento de las tensiones que pudiera derivar en un nuevo conflicto, tal y como ocurrió tras las elecciones de 2010, cuando unas 3.000 personas murieron después de que el entonces mandatario, Laurent Gbagbo, se negara a reconocer su derrota frente al propio Ouattara.
El propio Gbagbo regresó al país en 2021 en medio de este proceso de acercamiento con las autoridades y después de que el Tribunal Penal Internacional (TPI) le absolviera de los cargos por crímenes contra la humanidad que se le imputaron en relación con su responsabilidad en la guerra civil en el país africano tras los comicios de 2010.
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