
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Papa Francisco ha exhortado a los responsables de las celebraciones litúrgicas a “evitar pompas y protagonismos innecesarios” y les ha invitado a seguir el ejemplo de santa Teresa de Ávila, en un mensaje enviado a los participantes en el curso para responsables de las celebraciones litúrgicas episcopales del Pontificio Ateneo Sant’Anselmo.
Bergoglio ha enviado este mensaje desde el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde se encuentra hospitalizado desde hace 14 días por una neumonía bilateral y una bronquitis, un cuadro clínico complejo del cual el Pontífice ha experimentado una ligera mejoría en los últimos días.
“Cada diócesis mira al obispo y a la catedral como modelos celebrativos a imitar. Por tanto, os exhorto a proponer y promover un estilo litúrgico que exprese el seguimiento de Jesús evitando pompas y protagonismos innecesarios. Os invito a ejercer vuestro ministerio con discreción, sin jactaros de los resultados de vuestro servicio. Y os animo a transmitir estas actitudes a los monaguillos, a los lectores y a los cantores”, subraya el Papa.
Además, les anima a seguir el ejemplo santa Teresa de Ávila doctora de la Iglesia, “gran maestra de vida espiritual”, y les recuerda que “preparar y guiar las celebraciones litúrgicas significa conjugar la sabiduría divina y la sabiduría humana”. “El primero se adquiere orando, meditando, contemplando; la segunda viene del estudio, del compromiso de profundizar, de la capacidad de escuchar”, ha precisado.
Para tener éxito en estas tareas, les ha aconsejado que mantengan “la mirada fija en el pueblo, del que el Obispo es pastor y padre” para poder “comprender las necesidades de los fieles, así como las formas y los métodos para favorecer su participación en la acción litúrgica”.
“Siendo el culto obra de toda la asamblea, el encuentro entre doctrina y pastoral no es una técnica opcional, sino un aspecto constitutivo de la liturgia, que debe siempre encarnarse, inculturarse, expresar la fe de la Iglesia. Por eso, las alegrías y los sufrimientos, los sueños y las preocupaciones del Pueblo de Dios poseen un valor hermenéutico que no podemos ignorar”, subraya.
- Te recomendamos -