MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Un análisis de Equalia ONG realizado en productos de pollo de la marca Lidl desvela que el 71% de las muestras estaban contaminadas con bacterias resistentes a los antibióticos.
Este estudio, encargado por la Fundación Albert Schweitzer y dado a conocer este miércoles, examinó 51 productos del supermercado en Alemania entre enero y febrero de este año que fueron comprados directamente a Lidl por el personal de campo del laboratorio, que respetó estrictamente la cadena de refrigeración y examinó los productos de forma inmediata.
El informe también revela que estas bacterias pueden afectar a “todas las personas”, ya que los gérmenes resistentes pueden propagarse al medio ambiente a través de las aguas residuales o los sistemas de ventilación.
Con el objetivo de poner fin a estos riesgos potenciales, Equalia ONG lidera una campaña europea para pedir al supermercado Lidl que se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo (ECC, por sus siglas en inglés) para salvaguardar la salud de las personas consumidoras. Además, la ONG subraya que esta política europea ya cuenta con el compromiso de más de 300 empresas para mejorar la seguridad alimentaria y el bienestar animal.
Los datos que revela este miércoles Equalia sobre la presencia masiva de bacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido en los productos de pollo analizados en Alemania demuestran la necesidad de reducir el uso de antibióticos en las granjas no solo para mejorar el bienestar animal, sino también para evitar la aparición de esos patógenos.
La mayoría de las bacterias (75%) eran ‘Escherichia coli’ y en todas las muestras se detectó la enzima ESBL, que hace que las bacterias sean inmunes a varios antibióticos comunes. El laboratorio también encontró ‘Enterococcus’ (en un 25% de las muestras), ‘Campylobacter’ (18%) y Salmonella (una muestra).
Con estos resultados, Equalia lamentó que las bacterias resistentes a los antibióticos se extiendan y la eficacia de los antibióticos disminuya, lo que provoca un aumento de su uso y favorece el crecimiento de bacterias resistentes.
“Desarrollar nuevos antibióticos de reserva es caro y lleva mucho tiempo”, indicó la ONG, que consideró “urgente” reducir el uso de antibióticos en la ganadería en toda Europa. Por ejemplo, el ganado alemán recibe unas 670 toneladas de antibióticos al año, con una media de 88 miligramos de antibióticos por kilo de carne. Una situación similar ocurre en España, según Equalia.
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