MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El Programa Mundial para el Medio Ambiente de la ONU (PNUMA) ha presentado este jueves un informe en el que concluye que es urgente que los países desarrollados aumenten la financiación para adaptación al cambio climático, sobre todo en los países en desarrollo.
El documento ‘The Adaptation Gap Report 2022: Demasiado poco, demasiado lento: el fracaso de la adaptación climática pone al mundo en riesgo’ alerta de que a medida que se aceleran los pactos, la adaptación debe convertirse en una “prioridad mundial” y señala que aunque más de ocho de cada diez partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU cuenta con mecanismos de planificación de la adaptación, los costes de adaptación estimados son entre cinco y diez veces mayores que los flujos financieros internacionales de adaptación a los países en desarrollo.
Durante la publicación del Informe de Brecha de Emisiones publicado en días recientes por el PNUMA, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, comentó que se espera que las necesidades de adaptación en el mundo en desarrollo se disparen hasta 340.000 millones al año para 2030. “Sin embargo, el apoyo a la adaptación hoy representa menos de una décima parte de esa cantidad. Las personas y comunidades más vulnerables están pagando el precio. Esto es inaceptable”, manifestó.
En ese sentido, a pocos días para el comienzo de la XXVII Cumbre del Clima de la ONU que comenzará el lunes en Sharm-El Sheik (Egipto), insistió en que la adaptación debe tratarse con una “seriedad que refleje el valor igualitario de todos los miembros de la familia humana”. Por eso, Guterres considera que es hora de una revisión global de la adaptación climática que deje de lado las excusas y tome la caja de herramientas para solucionar los problemas”, añadió.
Por su parte, la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, ha denunciado que el cambio climático está golpeando a la humanidad con un golpe tras otro, como se comprobó a lo largo de 2022 de manera visceral en las inundaciones que sumergieron gran parte de Pakistán.
“El mundo debe reducir urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar los impactos del cambio climático. Pero también debemos aumentar urgentemente los esfuerzos para adaptarnos a los impactos que ya están aquí y a los que vendrán”, ha argumentado.
Por ello, ha naciones tienen que respaldar las fuertes palabras del Pacto Climático de Glasgow con acciones firmes para aumentar las inversiones y los resultados de adaptación, a partir de la COP27″, agregó.
El informe destaca la sequía de varios años en el Cuerno de África, inundaciones sin precedentes en el sur de Asia y el intenso calor del verano en el hemisferio norte apuntan a un aumento de los riesgos climáticos. Estos impactos se producen a solo 1,1 °C por encima de las temperaturas preindustriales.
El informe de brecha de emisiones publicado recientemente alertaba de que la senda actual conduce a un calentamiento global de 2,4 a 2,6ºC para final de siglo, cuando el Acuerdo de París aspira al objetivo de no superar el 1,5ºC de temperatura de aquí a 2100 a nivel global.
La financiación para convertir estos planes en acción no sigue. Los flujos de financiación de la adaptación internacional a los países en desarrollo son de 5 a 10 veces inferiores a las necesidades estimadas y la brecha sigue ampliándose. Los flujos de financiación de la adaptación internacional a los países en desarrollo alcanzaron los 29.000 millones de dólares estadounidenses en 2020, según informaron los países donantes, un aumento del 4 por ciento con respecto a 2019.
El PNUMA estima que los flujos de financiación combinados para la adaptación y la mitigación en 2020 cayeron al menos 17.000 millones de dólares, por debajo de los 100.000 millones prometidos para los países en desarrollo.
Se necesita una aceleración significativa si se quiere duplicar los flujos financieros de 2019 para 2025, como insta el Pacto Climático de Glasgow. Las necesidades de adaptación anuales estimadas son de 160.000 a 340.000 millones de dólares para 2030 y de 315.000 a 565.000 millones de dólares para 2050.
La implementación de acciones de adaptación, concentradas en agricultura, agua, ecosistemas y sectores transversales, está aumentando, pero no se mantiene al día con los impactos climáticos. Sin un cambio radical en el apoyo, las acciones de adaptación podrían verse superadas por la aceleración de los riesgos climáticos.
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