El organismo afirma que “esta crisis olvidada ha metastatizado mientras el mundo mira hacia otras emergencias”
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este martes del riesgo de suspender sus programas de asistencia humanitaria a 1,4 millones de personas en Chad, incluidos refugiados sudaneses que han cruzado la frontera a causa de la guerra desatada en abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (PMA), por la falta de financiación para mantener sus operaciones.
El organismo ha indicado que las agencias de ayuda humanitaria están haciendo frente a problemas para intentar responder a las necesidades de las nuevas oleadas de refugiados que huyen de una “crisis humanitaria inimaginable” en la región sudanesa de Darfur, donde se han denunciado asesinatos en masa, violaciones y otros abusos y violaciones en el marco del conflicto.
Durante los seis meses de conflicto ha huido hacia Chad el mismo número de personas que en los 20 años anteriores, desde el inicio de la crisis en Darfur en 2003, lo que sitúa en más de un millón la cifra de refugiados en Chad, que acoge por ello una de las poblaciones de refugiados mayores y de más rápido crecimiento en el continente africano.
“Esta crisis olvidada ha metastatizado mientras el mundo mira hacia otras emergencias”, ha dicho el director del PMA en Chad, Pierre Honnorat. “No podemos dejar que el mundo mire y permita que nuestras operaciones vitales tengan que parar en Chad”, ha dicho, antes de agregar que “se puede ver el miedo y la desesperación en los ojos de la gente cuando cruzan la frontera sin nada más que desgarradores historias de violencia”.
“Debemos encontrar una vía, de forma colectiva, para apoyar a mujeres, niños y hombres que están cargando con el peso de esta crisis. Cortar nuestra ayuda no es una opción, ya que tendría consecuencias inenarrables para millones de personas, poniendo en peligro años de inversiones y lucha contra el hambre y la desnutrición en Chad”, ha sostenido Honnorat.
En este sentido, el organismo ha relatado que se está viendo forzado a llevar a cabo “elecciones brutales” ante la falta de financiación y el aumento de las necesidades. De hecho, se verá forzado a suspender la asistencia a desplazados internos y refugiados de Nigeria, República Centroafricana (RCA) y Camerún, mientras que desde enero la medida será extendida a 1,4 millones de personas en todo Chad.
UNICEF ha manifestado que millones de personas en Chad, particularmente niños, hacen frente a inseguridad alimentaria grave y desnutrición debido a una “confluencia de calamidades” entre las que figuran la crisis climática, la crisis económica, el aumento de los precios de los alimentos y el combustible, el descenso de la producción agrícola y el aumento de las tensiones intercomunitarias.
De hecho, el organismo sólo pudo dar ayuda en agosto a un millón de los 2,3 millones de beneficiarios que tenía en lista, dejando a 1,3 millones de personas sin asistencia en el punto álgido de la temporada de carestía. A ello se suma que 1,36 millones de niños sufren desnutrición, una situación aún más preocupante entre las comunidades de refugiados, dado que el 90 por ciento de los recién llegados –y el 77 por ciento de los refugiados ya presentes en el país y el 67 por ciento de las comunidades locales– cuentan con un consumo alimentario inadecuado.
“Cortar la ayuda allana el camino para las crisis de nutrición, inestabilidad y desplazamiento”, ha recalcado Honnorat. Por ello, el PMA ha reclamado 185 millones de dólares (alrededor de 169 millones de euros) “de forma urgente” para poder financiar sus operaciones y garantizar un “apoyo continuado” a las poblaciones afectadas por la crisis en Chad durante los siguientes seis meses.
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