MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Una nueva investigación de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI (Irlanda) ha descubierto que los bebés con mayor peso al nacer tienden a tener menos problemas de salud mental y de comportamiento en la infancia y la adolescencia.
El estudio, publicado en la revista científica ‘European Child & Adolescent Psychiatry’, examinó el peso al nacer y la salud mental posterior de miles de niños en Irlanda.
A diferencia de muchos estudios que analizan el peso al nacer, utilizó datos que siguieron a los mismos niños repetidamente a lo largo de su infancia y adolescencia mediante el estudio Growing Up in Ireland, un estudio en curso financiado por el Gobierno irlandés sobre los niños nacidos entre 1997 y 1998.
El análisis demostró que cada kilo por debajo del peso medio al nacer (3,5 kg) se asociaba a un mayor número de problemas de salud mental durante la infancia y la adolescencia. El estudio también descubrió que estos problemas relacionados con el peso al nacer tienden a persistir durante toda la infancia, desde los 9 hasta los 17 años.
El tipo de problemas más relacionados con el peso al nacer fueron la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad, comportamientos generalmente asociados con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Cada kilo menos del peso medio al nacer se relacionó con un aumento del 2 por ciento en el riesgo de padecer comportamientos similares al TDAH, aunque dichos comportamientos estaban dentro del rango normal. Es decir, incluso entre los niños con un peso muy bajo al nacer (1,5 kg), la media de síntomas de TDAH probablemente no alcanzaría el umbral para un diagnóstico de TDAH.
El menor peso al nacer también se relacionó con problemas emocionales y sociales, sobre todo al final de la adolescencia. Estos problemas resultaron ser más graves y estar más cerca de los umbrales clínicos, por ejemplo, para el diagnóstico de depresión o ansiedad.
“Sabemos desde hace muchos años que el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades mentales en el niño. Lo que este estudio muestra es que incluso las pequeñas desviaciones del peso típico al nacer también podrían ser relevantes”, ha comentado la profesora Mary Cannon, catedrática de Epidemiología Psiquiátrica y Salud Mental de los Jóvenes en el RSCI e investigadora principal del estudio.
Esta relación entre el peso al nacer y la salud mental infantil persiste incluso después de tener en cuenta factores que podrían influir tanto en el peso al nacer como en la salud mental, como el sexo, los factores socioeconómicos y los antecedentes de enfermedad mental de los padres.
“El efecto del peso al nacer sobre la salud mental posterior es probablemente pequeño, pero podría interactuar con otros riesgos como la genética y el estrés infantil, y tener implicaciones para entender los orígenes de la salud mental y la mala salud”, añade Niamh Dooley, otra de las responsables de la investigación.
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