ROMA, 1 (EUROPA PRESS)
El Papa ha instado a los católicos a no apegarse al “dinero” o a la propia “posición” en un mundo marcado por “las desigualdades” y donde, a su juicio, se libra “una tercera guerra mundial a pedacitos”.
“En este momento histórico los desafíos son enormes, los quejidos dolorosos –estamos viviendo una tercera guerra mundial a pedacitos–, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo”, ha destacado Francisco.
El Pontífice ha hecho estas consideraciones en su mensaje para la Cuaresma 2024, que arrancará el próximo 13 de febrero, cuando la Iglesia celebra el Miércoles de Ceniza.
En su mensaje, titulado ‘A través del desierto Dios nos guía a la libertad’ y publicado este jueves por el Vaticano, el Papa ha criticado la “mentira” que supone el “sentirse omnipotentes” y “reconocidos por todos”.
“Podemos apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas. Esas cosas en lugar de impulsarnos, nos paralizarán. En lugar de unirnos, nos enfrentarán”, ha aseverado.
El Papa ha denunciado a la vez un “déficit de esperanza” en la sociedad que constata a través del testimonio de “muchos obispos y de un gran número de aquellos que trabajan por la paz y la justicia”. “Es un impedimento para soñar, un grito mudo que llega hasta el cielo y conmueve el corazón de Dios”, ha señalado.
Francisco no encuentra explicaciones a que la humanidad haya “alcanzado el umbral de la fraternidad universal y niveles de desarrollo científico, técnico, cultural y jurídico, capaces de garantizar la dignidad de todos”, en tanto que el mundo camina “en la oscuridad de las desigualdades y los conflictos”.
Por ello, ha pedido liberarse durante la Cuaresma del “dominio que deja exhaustos” y vuelve a las personas “insensibles”. “¿Deseo un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo?”, se ha preguntado.
“El camino cuaresmal será concreto si, al escucharlas de nuevo, confesamos que seguimos bajo el dominio del Faraón”, ha añadido al tiempo que ha arremetido contra este “modelo de crecimiento” que “divide” y “roba el futuro, que ha contaminado la tierra, el aire y el agua, pero también las almas”.
El Papa ha asegurado que, si bien con el bautismo ya ha comenzado “la liberación”, queda en los cristianos “una inexplicable añoranza por la esclavitud”. “Es como una atracción hacia la seguridad de lo ya visto, en detrimento de la libertad”, ha señalado el pontífice.
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