ROMA, 3 (EUROPA PRESS)
El Papa Francisco ha alentado a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a llevar a cabo una acción “decidida” para “erradicar la plaga de hambre” en el mundo y ha pedido que los proyectos de ayuda sean “respetuosos” con las comunidades locales para que no se convierta en una “colonización ideológica”.
“Debemos ser muy cuidadosos y respetuosos con las comunidades locales, con la diversidad cultural y las especificidades tradicionales, que no pueden alterarse ni destruirse en nombre de una idea miope de progreso que, en realidad, corre el riesgo de convertirse en sinónimo de ‘colonización ideológica'”, ha advertido el Papa en su mensaje a la XLIII Conferencia de la FAO, que ha sido leído este lunes por el observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, Fernando Chica Arellano.
En este sentido, Francisco subraya que “las intervenciones y los proyectos deben planificarse y ejecutarse saliendo al encuentro del clamor de las personas y sus comunidades” y “no pueden ser impuestos desde arriba o desde instancias que solamente buscan su propio interés o lucro”.
Por ello, indica que “la FAO y las demás organizaciones internacionales únicamente podrán cumplir su mandato y coordinar medidas preventivas e incisivas en beneficio de todos, especialmente de los más pobres, gracias a una sinergia leal y pensada de modo consensuado y con altura de miras por parte de todos los actores interesados”.
“Los gobiernos, las empresas, el mundo académico, las instituciones internacionales, la sociedad civil y los individuos deben hacer un esfuerzo conjunto, dejando a un lado lógicas mezquinas y visiones sesgadas, para que todos salgan beneficiados y nadie quede postergado”, añade.
En su mensaje, el Pontífice alerta de que “la plaga del hambre” en el mundo “avanza en lugar de retroceder” y, por ello, reclama “una acción decidida y competente” para erradicarla.
“Millones de personas siguen padeciendo la miseria y la malnutrición en el mundo, debido a conflictos armados, así como al cambio climático y los desastres naturales resultantes. Los desplazamientos en masa, sumados a los otros efectos de las tensiones políticas, económicas y militares a escala planetaria, debilitan los esfuerzos que se realizan para garantizar una mejora de las condiciones de vida de las personas en razón de su dignidad intrínseca”, señala.
Por ello, exclama que “¡la pobreza, las desigualdades, la falta de acceso a recursos básicos como el alimento, el agua potable, la sanidad, la educación, la vivienda, son una grave afrenta a la dignidad humana!”.
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