El padre del exalumno víctima de abusos sexuales por parte de un docente espera que su hijo tenga “las garantías que le faltaban en su momento”
BILBAO, 15 (EUROPA PRESS)
El Papa Francisco ha ordenado la instrucción de un proceso canónico sobre el ‘caso Gaztelueta’, por el que un profesor del colegio Gaztelueta de la localidad vizcaína de Leioa fue condenado por el Tribunal Supremo a dos años de cárcel por abusos sexuales continuados a un exalumno, cuando era menor, entre los años 2008 y 2010, según ha dado a conocer el padre de la víctima, Juan Cuatrecasas.
La Audiencia de Bizkaia condenó en 2018 al profesor a once años de prisión, al considerar probado que durante dos cursos citaba al niño en su despacho para celebrar preceptorías, habituales en ese centro para analizar la evolución académica, personal y espiritual del alumnado, y que durante ellas abusaba sexualmente del menor, a cuyo relato otorgó total credibilidad.
El Tribunal Supremo rebajó de once a dos años de cárcel la pena impuesta al docente porque, aunque consideró que el alumno, que en el momento de los hechos era menor de edad, había sido objeto de abusos continuados por parte del procesado, estimó que no estaban probados los hechos más graves descritos por la víctima.
El alumno solicitó, entonces, al órgano jurisdiccional vizcaíno que decretara el ingreso inmediato en prisión del condenado, solicitud que fue desestimada por la Audiencia de Bizkaia, ya que, para entrar en prisión, la pena debe ser superior a los dos años, si el procesado no tiene antecedentes y no hay riesgo de que reincida.
En noviembre de 2020, la Audiencia de Bizkaia ordenó una ejecutoria por la que prohibía al profesor acercarse al que fue su alumno durante al menos cuatro años, al considerarle víctima protegida.
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, el padre de la víctima ha reconocido que la decisión del Papa es “un paso” y ha recordado que, “en noviembre de 2018, una fuente autorizada del Vaticano ya habló públicamente, a través de un comunicado, de que el Vaticano había reconocido errores en la investigación del caso Gaztelueta”.
Según ha explicado, lo que se hace es ahora iniciar un procedimiento canónico, “entiendo que con todas las garantías, esas mismas que le faltaban a mi hijo en su momento”. Por ello, ha dicho que la familia está “esperanzada” en que “lo que no hicieron su trabajo ahora lo hagan”, ya que “es de justicia hacia una víctima y lo contrario es casi delictivo” porque “están faltando al respeto de una víctima cuyo pederasta, cuyo agresor, está condenado en firme por el Tribunal Supremo”.
Cuatrecasas ha explicado que su hijo envió una carta al Papa Francisco solicitando que reabriera el caso, “habida cuenta de que la justicia ordinaria había condenado al profesor”.
A su juicio, es conveniente que se reconozca “quién ha sido la víctima y quien el agresor” en este caso, porque, es “algo impepinable y que cualquier facultativo puede decir”, que una parte de la sanación de las víctimas “depende del reconocimiento público y expreso y de la reparación de la víctima”.
“Cuando pedimos justicia, en parte también estamos pidiendo justicia, reparación, acompañamiento y reconocimiento no solamente para mi hijo, también para todas las víctimas de estos delitos, que se ven abocados a una vida muy dura, llena de secuelas, de exclusión laboral, de exclusión estudiantil y que se ven sometidas, además, a la negación, a las dudas de credibilidad por parte de ciertos sectores de la sociedad”.
Tras afirmar que la rebaja de la sentencia once a dos años creo una jurisprudencia “negativa”, ha considerado que el hecho de que el Vaticano empiece a tomarse en serio esto y habrá un procedimiento canónico lo que crea es jurisprudencia positiva”.
En ese sentido, cree que, “de una vez por todas, la tolerancia cero que el Papa Francisco ha reivindicado en varias ocasiones, se está empezando a cumplir”. “Vamos a seguir con la lupa puesta, remando siempre en apoyo a las víctimas, a todas las víctimas, no solamente del ámbito eclesiástico, sino de todos los ámbitos de la sociedad, porque no hay delito más grave que agredir y abusar sexualmente de un menor de edad”, ha advertido.
OBISPO DE BILBAO
Por otro lado, el Obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha señalado, en un comunicado, que “el Santo Padre conoció, en diciembre de 2014, las denuncias de abuso a un menor contra un profesor del Colegio Gaztelueta, en Bilbao y, desde entonces, ha seguido de cerca la situación de las personas y las diferentes actuaciones realizadas por los tribunales españoles y por la Iglesia”.
En este momento, ha indicado, “ha considerado oportuno ordenar la instrucción de un proceso canónico”, encomendado a Monseñor José Antonio Satué Huerto, obispo de Teruel y Albarracín. Como notario actuará el José Luis Perucha Rojo, rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, mientras que Mirian Cortés Dieguez, rectora del Universidad Pontificia de Salamanca, y Federico Mantaras Ruiz-Berdejo, Vicario general de la Diócesis de Asidonia-Jerez, serán los asesores.
Con este proceso se pretende “depurar responsabilidades y ayudar a sanar heridas producidas”, ha asegurado en su comunicado el Obispo de Bilbao.
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