UNICEF alerta de que “millones” de niños “siguen sufriendo por la violencia, el desplazamiento y el acceso limitado” a servicios básicos
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado este martes que más de 4.700 civiles han sido asesinados en los cien días que han pasado desde la caída del régimen de Bashar al Assad a principios de diciembre a causa de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país, ha cifrado en 4.711 los civiles asesinados entre el 8 de diciembre y el 18 de marzo, incluidos 194 niños, antes de especificar que esta cifra incluye 1.805 “ejecuciones sumarias” y “asesinatos basados en la identidad sectaria o afiliación al antiguo régimen”.
“Las caída del antiguo régimen ha estado acompañada de un estado de caos que se ha propagado por la mayoría de las regiones sirias”, ha sostenido, antes de afirmar que esta situación “fue explotada por algunos individuos para robar propiedades públicas para su beneficio personal”.
Asimismo, ha recalcado que “los crímenes han aumentado de forma significativa junto a actos de liquidación y otras masacres a partir de motivos sectarios o vínculos (de las víctimas) con el antiguo régimen”, lo que ha creado “un profundo cisma a nivel nacional entre las comunidades sirias, lo que socava el nacimiento de una nueva Siria que pide democracia, libertad e igualdad”.
El Observatorio ha alertado por ello que “una movilización sectaria supone una verdadera amenaza a la fábrica social y la paz civil”, dado que “fomenta las divisiones y abre la puerta a actos destructivos de venganza que mina la vida civil”, por lo que ha reclamado a las nuevas autoridades que trabajen para hacer frente a la situación y hagan que los responsables rindan cuentas.
Entre los incidentes más graves figuran la ejecución de más de un millar de civiles en el marco de los combates registrados a principios de marzo en el oeste del país, enfrentamientos desencadenados tras una serie de ataques por parte de grupúsculos leales a Al Assad que llevaron a las nuevas autoridades a lanzar una operación a gran escala que derivó en matanzas, algunas de ellas con tintes sectarios.
En este contexto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este mismo martes de que las infraestructuras esenciales de Siria “están al borde del colapso” y ha manifestado que “millones” de niños “siguen sufriendo por la violencia, el desplazamiento y el acceso limitado a educación, agua, saneamiento, salud y protección”.
UNICEF ha afirmado que, tras catorce años de conflicto, 16,7 millones de personas necesitan ayuda, entre ellas 7,5 millones de niños, mientras que el 90 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza en el país, donde cerca de 2,5 millones de niños no asisten a la escuela. Además, 7,4 millones de personas están desplazadas en el país o han huido al extranjero.
“Los recientes cambios en Siria desde diciembre de 2024 presentan una oportunidad única para renovar la esperanza y para mejorar la vida de los niños y niñas en el país”, ha dicho Blanca Carazo, responsable de Programas Internacionales en UNICEF España, quien ha afirmado que las familias siguen “en una situación muy difícil” por la devastación causada por el conflicto.
“Este es el momento de que eso cambie, de empezar a construir un país en paz, un país con los servicios esenciales cubiertos para toda la infancia”, ha manifestado Carazo, quien ha hecho hincapié en que el organismo internacional “sigue en Siria apoyando a los niños, a las niñas y a los jóvenes, trabajando para que tengan un futuro de paz, dignidad y oportunidades”.
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