MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
Más de 11.600 menores de edad cruzaron el mar Mediterráneo central en dirección hacia Italia sin sus padres, madres o tutores legales entre enero y mediados de septiembre de este año, lo que supone un 60% más respecto al mismo periodo de 2022.
Según informó Unicef, la isla italiana de Lampedusa representa la primera escala de quienes buscan asilo, seguridad y oportunidades en Europa. Las llegadas a este enclave han registrado su máximo este mes, con el arribo 4.800 personas en un único día.
La organización de la ONU de protección de la infancia alertó de que los chavales acometen solos estos “terribles viajes” en “botes inflables masificados o en barcos pesqueros de madera en malas condiciones, inapropiados cuando se dan unas condiciones meteorológicas adversas”.
En ese sentido, denunció que “la falta de unas funciones de búsqueda y rescate adecuadas y coordinadas a nivel regional y de cooperación durante el desembarco agravan los problemas a los que se enfrentan los niños y niñas cuando atraviesan el mar”.
Unicef expuso que las causas que impelen a estos niños a abandonar sus lugares de origen son la guerra, los conflictos, la violencia y la pobreza, una circunstancia que les sitúa “en riesgo de explotación y abuso en cada paso de su viaje”, especialmente en el caso de las niñas.
A su vez, al menos de 990 personas, incluyendo a niños, murieron o desaparecieron cuando intentaban cruzar el Mediterráneo central, el triple que el año pasado; no obstante, muchos naufragios no dejan supervivientes y otros quedan sin registrar, por lo que resulta probable que la cifra de víctimas sea mayor.
Unicef subrayó que los menores que sobreviven a estos viajes son acogidos en centros denominados ‘puntos calientes’ antes de su traslado a instalaciones de recepción que suelen ser “cerradas y limitan los movimientos”. En estas instalaciones en suelo italiano, señaló la organización, se encuentran más de 21.700 menores no acompañados, un 22,6% más que hace un año.
Ante esta situación, la directora regional de Unicef para Europa y Asia Central y coordinadora especial para la Respuesta a Refugiados y Migrantes en Europa de Unicef, Regina de Domicis, alertó de que “el mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio para los niños y su futuro” como consecuencia de “decisiones políticas y de un sistema migratorio roto”.
Por esa razón, manifestó que “se necesita desesperadamente adoptar una respuesta en toda Europa para apoyar a los niños y familias que buscan asilo y seguridad, así como aumentar de manera sostenida la ayuda internacional para apoyar a los países que afrontan múltiples crisis”.
Por todo ello, Unicef reclamó a los gobiernos que “proporcionen vías seguras y legales a quienes piden asilo”, “garanticen que los niños y niñas no son retenidos en instalaciones cerradas”, “fortalezcan los sistemas nacionales de protección infantil para proteger a los niños migrantes”, “coordinen operaciones de búsqueda y rescate” y “garanticen el desembarco en lugares seguros”.
Por último, la organización afirmó que el debate en torno al Pacto de Migración y Asilo de la UE representa “una oportunidad inmediata para reafirmar y apoyar principios de protección infantil esenciales, así como para desarrollar políticas que aborden las múltiples vulneraciones de los derechos de la infancia en los países de partida, tránsito y llegada”.
- Te recomendamos -