MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El ministro libanés saliente de Asuntos Sociales, Héctor Hayar, ha acusado este lunes al Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) de utilizar a los refugiados sirios en Líbano como rehenes debido a la narrativa internacional de que faltan garantías de seguridad para su retorno.
“Parece que estamos frente a una tendencia general de mantener a los desplazados como rehenes de una decisión específica”, ha dicho, agregando que tarde o temprano los refugiados sirios serán “una bomba de relojería” para Naciones Unidas, según ha recogido el portal de noticias Lebanon 24.
Hayar ha hecho un llamamiento al diálogo y ha pedido el cese de los rumores para permitir que “quienes quieran regresar voluntariamente” lo haga “de forma segura”. “Están acostumbrados a vivir aquí, como un preso que se acostumbra a estar preso después de diez años y prefiere quedarse en lugar de ser liberado”, ha dicho.
“ACNUR no tiene los medios para acudir en ayuda de todos los refugiados pero tampoco los anima a regresar, lo que nos lleva a hacernos preguntas de carácter político”, ha explicado el ministro libanés, según ha recogido L’Orient le Jour.
En este sentido, ha explicado, en el marco de un plan del Gobierno saliente de Nayib Mikati, que prevé la repatriación de 15.000 refugiados al mes, que habrá una tercera etapa después de que se haya completado la primera y la segunda.
Amnistía Internacional reclamó a mediados de octubre a las autoridades libanesas que detuvieran el proceso debido a que los refugiados sirios en Líbano “no están en posición de adoptar una decisión libre e informada sobre su retorno”.
“Al facilitar de forma entusiasta estos retornos, las autoridades libanesas están poniendo de forma consciente a estos refugiados sirios en riesgo de abusos atroces y persecución a su regreso a Siria”, resaltó la subdirectora de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y Norte de África, Diana Semaan.
El primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, amenazó en junio con expulsar a los refugiados sirios argumentando que el país “no tiene ya la capacidad de asumir la carga”, en medio de una profunda crisis económica y social que ha hecho saltar las alarmas a nivel internacional.
La guerra en Siria ha provocado que cerca de 5,7 millones de personas huyan a otros países de la región, incluidas unas 840.000 que han cruzado la frontera con Líbano, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Sin embargo, las autoridades libanesas calculan que la cifra real es más cercana a 1,5 millones de personas, que se suman a los cerca de 480.000 refugiados palestinos que viven en el país. La mayor concentración de refugiados sirios se encuentra en el valle de la Bekaa (este), cerca de la frontera con Siria.
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