MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha denunciado este jueves las “presiones políticas” contra su Gobierno para que ponga fin a la cooperación energética con Rusia, lazos que Budapest no está dispuesto a romper y de los que el jefe de la diplomacia húngara ha presumido en San Petersburgo.
Szijjarto ha participado en la citada ciudad rusa en el Foro Internacional del Gas, evento desde el que ha reivindicado que la política exterior y, por extensión, la energética forma parte de las competencias soberanas de cada Estado.
De hecho, ha prometido que el Gobierno de Viktor Orbán vetará cualquier posible sanción sobre las industrias gasística o petrolera de Rusia, en línea con el distanciamiento que ya viene mostrando Hungría del resto de socios comunitarios a raíz de la invasión iniciada en Ucrania en febrero de 2022.
Rusia sigue siendo la principal fuente de gas para Hungría y el flujo sigue creciendo. En lo que va de año, el suministro ya ha superado los 5.700 millones de metros cúbicos, más que en todo 2023, ha asegurado Szijjarto durante el foro, según la agencia de noticias rusa TASS.
En cuanto al petróleo, el crudo importado asciende a 3,4 millones de toneladas, con el objetivo de que la cifra a final de año ronde los 5 millones.
Esta sintonía entre Budapest y Moscú también quedó de manifiesto en julio, cuando el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, fue recibido por el presidente ruso, Vladimir Putin. Este encuentro desató una ola de críticas en Bruselas y terminó de enturbiar la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que en este semestre corresponde a Hungría.
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