MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
Unicef denunció este viernes que el pasado mes de enero distintos grupos armados destruyeron 47 escuelas en Puerto Príncipe, la capital de Haití, que se suman a las 284 que fueron arrasadas en 2024.
Lo hizo en un comunicado en el que puso de manifiesto que el “recrudecimiento de la violencia” en Haití provoca que la educación, “la última esperanza de muchos niños y niñas y una de las principales prioridades de los padres”, según la organización, “nunca ha estado tan amenazada”.
En ese sentido, apuntó que los vídeos que llegan del país caribeño “muestran gritos desgarradores de niños en el suelo, inmóviles por el miedo”, lo que representa “un escalofriante recordatorio de que estos ataques causan daño mucho más allá de las paredes de las aulas”.
Estos ataques originan desplazamientos de población e incremento de la pobreza, hasta el punto de que Unicef considera que uno de cada siete niños haitianos no va a la escuela y casi un millón más está en riesgo de abandonar sus estudios.
La organización apuntó que “un niño sin escolarizar es un niño en peligro”, como lo acredita que el año pasado el reclutamiento de niños en grupos armados creciera un 70%. Hasta la mitad de los miembros de éstos es menor de edad, algunos de tan sólo ocho años.
Unicef apuntó que la educación constituye “una de las herramientas más eficaces que tenemos para romper este ciclo” y subrayó que la alfabetización es “un logro muy valorado en Haití” y “las familias se enorgullecen de invertir en la educación de sus hijos”. “Para las familias haitianas, la educación sigue siendo un salvavidas”, aseveró.
Por ello, la organización reclamó 36,5 millones de euros para garantizar que 600.000 niños haitianos continúen su educación. Con esta cantidad se abordaría la creación de espacios temporales de aprendizaje en los lugares de desplazamiento y más clases de recuperación e iniciativas de educación formal y no formal.
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