El mandatario saliente pide “respetar la decisión” de las urnas y EEUU felicita a Dissanayake por su victoria
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Anura Kumara Dissanayake, ganador de las elecciones presidenciales celebradas el sábado en Sri Lanka, ha jurado el cargo este lunes como nuevo presidente del país durante una ceremonia celebrada en la sede de la Presidencia en la ciudad de Colombo.
Dissanayake, líder del partido comunista Frente de Liberación Popular (PLF) y candidato del Poder Popular Nacional –una coalición de partidos políticos de izquierda y grupos respaldados por los manifestantes que forzaron la dimisión de Gotabaya Rajapaksa– ha estado acompañado por un gran número de sus seguidores, que se han reunido frente al edificio para recibirle antes del acto.
Tras tomar posesión, Dissanayake ha recalcado su compromiso con mejorar la calidad de vida de la población, en línea con sus promesas de campaña, centradas en lograr reformas en profundidad, luchar contra la corrupción y mejorar la situación económica a través de una “revolución política”.
El líder marxista, de 55 años, reemplaza así a Ranil Wickremesinghe, quien llegó al poder en 2022 tras una oleada de movilizaciones populares a causa de la profunda crisis económica, que llevó al entonces presidente, Gotabaya Rajapaksa, a huir del país.
El propio Wickremesinghe ha expresado su agradecimiento a la población por acudir a las urnas y ha destacado que “la población del país ha anunciado su decisión en las presidenciales del 21 de septiembre”. “Debemos respetar su decisión y actuar en línea con ese mandato para garantizar el funcionamiento del país”, ha dicho.
“Hace dos años, tomé el mando de un país en bancarrota y con una economía colapsada, en unos momentos extremadamente turbulentos. Aceptó el desafío en un momento en el que nadie más tuvo la valentía de hacerlo. He completado con éxito la responsabilidad que la historia puso sobre mis hombros”, ha ensalzado.
Así, ha destacado los logros de su mandato y ha expresado su deseo de que “el nuevo presidenta siga el camino correcto y ponga fin al resto de problemas a los que hace frente ala población”, según ha recogido la agencia estatal ceilandesa, Lankapuvath.
“Cerca del final del puente de cuerda, la gente ha decidido entregarle al querido hijo de Sri Lanka al presidente Anura Dissanayake. Señor presidente, le entrego, con mucho amor, al querido niño llamado Sri Lanka, al que ambos amamos de todo corazón. Espero que sea capaz de alejar al niño del puente y llevarle a la otra orilla, aún más a salvo de lo que pude hacerlo yo”, ha zanjado.
FELICITACIÓN POR PARTE DE EEUU
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha felicitado al nuevo presidente de Sri Lanka y ha aplaudido a la población “por ejercer pacíficamente su derecho al voto”. “Estas elecciones son una muestra de la fuerza de las instituciones democráticas de Sri Lanka y del compromiso de sus ciudadanos a determinar su futuro a través de medios democráticos y pacíficos”, ha dicho.
“Estados Unidos mantiene su compromiso de apoyar a Sri Lanka en su tarea de construir una sociedad estable, próspera y cohesionada”, ha recalcado, que ha mostrado la disposición de Washington a trabajar con el nuevo presidente ceilandés “para fortalecer aún más” los lazos bilaterales, “basados en valores democráticos compartidos y en el respeto por la soberanía nacional”.
“Esperamos también promover el crecimiento económico, la seguridad y una cooperación más profunda entre nuestras naciones”, ha destacado Miller, según un comunicado publicado por el Departamento de Estado estadounidense después de que la comisión electoral ceilandesa confirmara la victoria de Dissanayake.
Dissanayake, que logró apenas el tres por ciento del apoyo en los últimos comicios, ha obtenido en esta ocasión el 42,31 por ciento de los votos directos y el respaldo necesario en segundas opciones para imponerse a su rival, Sajith Premadasa, de Poder del Pueblo Unido (PPU).
El ascenso al poder del partido de Dissanayake –una formación de origen marxista que protagonizó dos rebeliones armadas en 1971 y 1987 antes de integrarse en el sistema de partidos– se ha fundamentado en las reclamaciones populares de aumentar la lucha contra la corrupción y romper con el sistema tradicional de partidos en la isla.
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