MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Serbia, Milan Mojsilovic, ha afirmado este viernes que el Ejército, actualmente en alerta de combate, está preparado para actuar con el objetivo de frenar un “pogromo” contra la minoría serbia de Kosovo.
“El pueblo serbio está expuesto a un terrible pogromo por parte del régimen de Pristina; es blanco diario de Albin Kurti (primer ministro de Kosovo) y su único defecto es que tienen nombres y apellidos serbios y que no quieren abandonar sus hogares”, ha sentenciado, agregando que este “terror” ya “no es soportable”.
Mojsilovic ha informado así que de conformidad con la Constitución serbia y la Carta de la ONU cumplirá órdenes si las recibe por parte del comandante de las Fuerzas Armadas, que es el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic.
Además, el alto mando militar ha precisado que ha enviado una petición a la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR) para que tome “medidas urgentes” en aras de proteger a la población serbia en la región, según ha informado el diario ‘Dnevnik’.
Vucic ya ordenó a finales de mayo el despliegue de tropas cerca de la frontera kosovar en respuesta a los supuestos abusos de la Policía kosovar contra ciudadanos serbios en Zvecan, Zubin Potok y Leposavic, en la zona de Mitrovica.
Esto se produce después de que el Gobierno de Serbia haya denunciado este mismo viernes una nueva detención de un ciudadano serbokosovar, identificado como Nenad O., por parte de la Policía de Kosovo en lo que Belgrado entiende como un acto de “sabotaje” que ha sucedido “sin ser una coincidencia”.
La de Nenad O. sería la octava detención de un serbokosovar en las últimas semanas en el norte de Kosovo, el epicentro de la larga crisis que enfrenta a Kosovo y Serbia. Belgrado, por su parte, mantiene detenidos a tres agentes albanokosovares por cruzar supuestamente la frontera, mientras Pristina denuncia directamente el incidente como un secuestro.
La detención de los tres agentes fue el penúltimo episodio de años de crisis cuyo último repunte comenzó primero por un conflicto sobre el proceso de matriculación de los vehículos y ha ido escalando con el paso del tiempo hasta conocer un nuevo apogeo después de las elecciones locales en el norte de Kosovo, anticipadas debido a la renuncia en bloque de los alcaldes serbokosovares en repulsa al Gobierno de Pristina.
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