MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El líder de la junta militar de Burkina Faso, Paul-Henri Sandaogo Damiba, ha alertado ante la 77 Asamblea General de Naciones Unidas que el terrorismo en la región “pone en juego” la paz y la seguridad internacionales, ya que “ninguna medida” podrá impedir que el terrorismo se extienda si se deja solo al Sahel.
“Y nada, absolutamente nada, podrá detener a la juventud de los países del Sahel y sus alrededores frente a la tentación de una peligrosa migración a Europa a través del Sáhara y el Mediterráneo si esta juventud ya no tiene esperanza en sus propias tierras”, ha explicado.
Por ello, ha indicado que “el apoyo de la comunidad internacional es indispensable y esperado”. “Este apoyo es especialmente urgente, porque la posición geográfica de Burkina Faso la convierte en un candado para frenar la expansión del terrorismo hacia países costeros como Benín, Costa de Marfil, Ghana y Togo”, ha dicho.
Remarcando que “la estabilidad, la seguridad y la paz en el Sahel no son sólo cuestiones de los países de esta región”, Sandaogo Damiba ha explicado que la situación en el Sahel “es el resultado del terrorismo del norte hacia el sur del continente”.
“Por lo tanto, es imperativo que la comunidad internacional se preocupe por ello y le preste más atención. Los esfuerzos realizados hasta el momento son ciertamente beneficiosos, pero siguen estando por debajo de las expectativas, dada la realidad sobre el terreno”, ha sentenciado.
Asimismo, ha dado la bienvenida a la iniciativa de la Unión Africana y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para impulsar una misión de evaluación sobre seguridad en el Sahel en la que el ex presidente nigerino Mahamadou Issoufou es el mediador.
SOBRE EL PROCESO DE TRANSICIÓN
“El 24 de enero de 2022, un grupo de jóvenes patriotas se vio obligado a asumir sus responsabilidades en la gestión pública de los asuntos de Estado, ante la deriva de la gobernabilidad política vigente, la creciente inseguridad en nuestro país Y la progresista y continua desintegración del Estado, poniendo fin a un régimen elegido democráticamente, pero caótico”, ha explicado.
En este sentido, ha explicado que el movimiento del 24 de enero “es ilegal” y “reprobable” en relación con los principios de Naciones Unidas, al tiempo que ha señalado que, “en vista de lo que prevalecía”, era “necesario e indispensable” volver al orden.
Así, el líder de la junta militar de Burkina Faso ha explicado que la vuelta al orden no es una justificación ni tampoco supone “alentar prácticas desestabilizadores o violatorias de los órdenes constitucionales”.
Sandaogo Damiba también ha explicado que la junta se centra “en la preservación del territorio” y que tiene “verdadera legitimidad popular en la opinión pública” del país. “Este entusiasmo y apoyo popular prevalece aún con respecto a las autoridades de la Transición que dirijo desde hace ocho meses”, ha agregado.
El líder de la junta militar ha puesto en valor el “compromiso dinámico” que tienen con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que permite “el retorno de los servicios del Estado a las áreas ocupadas, así como la vuelta de los desplazados por el conflicto”.
“Los hechos recientes que han trastornado la marcha democrática de mi país son, por tanto, el resultado de la ausencia de respuestas adecuadas a esta crisis de seguridad y de una nefasta gobernabilidad política”, ha zanjado.
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