VIENA, 18 (DPA/EP)
El líder del ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPO) y muy posiblemente futuro canciller del país, Herbert Kickl, ha asegurado que no tiene intención alguna de abandonar la Unión Europea pero ha pedido a Bruselas que aparque lo que describió como una política de “comunismo climático”.
Kickl ha recomendado a las autoridades comunitarias, durante una comparecencia ante unos 3.000 simpatizantes en la localidad de Vosendorf, que entren en una fase de “reflexión” en lugar de “autobombo” en beneficio de la economía antes de reiterar de la idea de convertir a Austria en una “fortaleza” — un término muy empleado por la ultraderecha nacional — contra la migración.
Kickl, en este sentido, ha explicado que el país debería introducir una serie de “párrafos y regulaciones, de prestaciones en especie en lugar de dinero, de decisiones negativas de asilo, de certificados de viaje, de vuelos de deportación” porque el continente europeo se juega su destino, aseveró, en lo que se refiere a la migración.
Kickl, cuyo partido se ha opuesto a las sanciones de la UE a Rusia, también rechazó las acusaciones de que es favorable a Moscú, argumentando en cambio que mantiene una postura “cercana a la neutralidad”, como reza la Constitución de un país que no es estado miembro de la OTAN.
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