MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y de varias áreas del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) ha descrito un nuevo modelo para estudiar el neumococo, la bacteria causante de enfermedades como la neumonía y la meningitis, gracias al desarrollo de organoides pulmonares, es decir, de minipulmones generados en laboratorio con células pluripotentes embrionarias que imitan la actividad de los pulmones reales.
El estudio, publicado en la revista ‘Microbiology Spectrum’, se basa en la colaboración de un equipo del ISCIII con diferentes áreas del Ciber, como las de Enfermedades Respiratorias (Ciberes), Enfermedades Infecciosas (Ciberinfec) y Cáncer (Ciberonc). Además, en el trabajo colabora un equipo de la Universidad de São Paulo (Brasil).
El neumococo es una bacteria que puede producir enfermedades leves, como otitis y sinusitis, pero también otras graves, como neumonías, meningitis y sepsis, siendo los niños menores de cinco años y las personas mayores de 65 años los más vulnerables a estas infecciones.
Esta bacteria tiene mucha variabilidad genética, como lo atestigua la existencia de más de 100 serotipos, de los cuales algunos se asocian específicamente a infecciones muy graves. A pesar de que existen vacunas que protegen al individuo frente a los más frecuentes, la existencia de variantes resistentes a antibióticos y el aumento de casos por serotipos para los que no existen vacunas suponen una seria amenaza para la salud pública.
Así pues, el modelo de estudio basado en minipulmones derivados de células troncales pluripotentes embrionarias humanas permite analizar cómo se comporta el neumococo en estos organoides artificiales, permitiendo a los investigadores comprender mejor su comportamiento cuando infectan pulmones reales.
En ese sentido, Alberto Zambrano, del Laboratorio de Biotecnología de Células Troncales y Organoides de la Unidad Funcional de Investigación de Enfermedades Cronicas (Ufiec) del ISCIII, subrayó que “estos pequeños pulmones reproducen relativamente bien la estructura y función del órgano original y sirven para modelizar cualquier enfermedad respiratoria humana, lo que facilita la búsqueda de nuevas dianas con interés terapéutico y el ensayo con nuevos compuestos”.
Del mismo modo, José Yuste, responsable del laboratorio de referencia de neumococos del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del ISCIII, reseñó que “mediante estos organoides humanos podemos estudiar mecanismos de virulencia de diferentes patógenos respiratorios y caracterizar la actividad de nuevos fármacos antimicrobianos frente a bacterias multirresistentes a los antibióticos”.
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