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El IPC sube una décima en enero debido a los carburantes, hasta el 5,8%

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MADRID, 30 (SERVIMEDIA)

La inflación anual estimada del IPC en enero de 2023 refleja un incremento del 5,8%, lo que supone una subida de una décima con respecto al dato de diciembre, que se explica porque el aumento del precio de los carburantes fue mayor que en enero del año pasado.

Según el indicador adelantado elaborado por el INE publicado este lunes, la inflación rompe así una racha de cinco meses seguidos de descensos en España, en los que se había reducido cinco puntos desde el 10,8% alcanzado en julio de 2022.

La evolución de la inflación se ha visto influida por el hecho de que el descenso de los precios del vestido y calzado es menor que en el año pasado, mientras que, en sentido contrario, destaca la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en enero de 2022.

Se trata, además, del primer mes en el que se ve reflejada la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos que aprobó el Gobierno a finales del mes de enero, que incluyó una reducción del 4% al 0% en el IVA de frutas, verduras, leche, pan, huevos o legumbres y una rebaja del 10% al 5% en el IVA del aceita y la pasta.

En tasa mensual, los precios de consumo registran en enero un descenso del 0,3% respecto al mes de diciembre.

Por otro lado, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta cinco décimas, hasta el 7,5%.

Por último, en el mes de enero la tasa de variación anual estimada del IPCA se sitúa en el 5,8%, tres décimas superior a la registrada el mes anterior. La variación mensual estimada del IPCA es del -0,5%.

CAMBIOS

El IPC publicado este lunes por el INE incorpora novedades metodológicas para las que ha sido preciso un desarrollo específico tras la implantación del cambio de base, el pasado año.

El primero de estos cambios se refiere a la ampliación de la cobertura de los mercados del gas y de la electricidad, con la incorporación de la parte relativa al mercado libre de ambos sectores. Para llevar a cabo dicha ampliación ha sido preciso realizar un proceso de adaptación de la información sobre precios del mercado libre de ambos sectores para hacerla compatible con las exigencias metodológicas del IPC.

El segundo cambio metodológico afecta a uno de los elementos estructurales que conforman el IPC: la estructura de las ponderaciones. A partir del año 2023 la fuente principal utilizada para el cálculo de las mismas pasa a ser la Contabilidad Nacional (CN), en lugar de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) como hasta ahora. “De esta forma, el IPC se adapta a los criterios establecidos por la reglamentación europea, que fija el año 2023 para su entrada en vigor”, justifica el INE.

A estos dos cambios metodológicos se suma otro que tiene que ver con el procedimiento utilizado para la realización de la encuesta. Se trata de la recolección de los precios por medio de dispositivos electrónicos. Este cambio se hará efectivo a lo largo de 2023. Con ello, se simplifica el proceso de obtención de información y se agiliza el procesamiento de la misma.

Esta novedad en el proceso de recogida está en consonancia con la línea de actuación destinada a adaptar el IPC a los cambios en el mercado para captar los movimientos de los precios de forma más precisa, y reducir la carga a los informantes. Para ello, como ya se anunció el pasado año, el INE explica que continúa trabajando para extender el uso de los métodos de recolección automatizada de la información en más sectores, mediante el aprovechamiento. Estas novedades se incorporarán no solo al IPC adelantado, sino al armonizado.

ENERGÍA

Por otra parte, el INE explica que dos de los principales elementos que componen el sector energético en el IPC son la electricidad y el gas. En ambos casos, las tarifas consideradas hasta ahora para el cálculo del indicador se referían exclusivamente al mercado regulado. Sin embargo, debido a los cambios sucedidos en el sector en los últimos años, se consideró necesario incorporar el mercado libre para representar adecuadamente la evolución de los precios del sector.

Esta ampliación de la cobertura no se pudo acometer en el año 2022 debido a que no se disponía de la información con el suficiente nivel de detalle, ni con los criterios técnicos necesarios que permitieran aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC.

Por tanto, a lo largo del año 2022 fue necesario que las principales compañías distribuidoras adaptaran sus sistemas de procesamiento de la información para responder a las exigencias metodológicas del IPC. Fruto de este trabajo se consiguió disponer de la información necesaria, lo que permite ahora incorporar los mercados libres de la electricidad y el gas en el cálculo del IPC con plenas garantías. El INE agradece la colaboración de las compañías, cuyo trabajo ha sido esencial para poder desarrollar el método idóneo para incorporar el mercado libre en ambos sectores.

Para realizar estas revisiones el IPC ha utilizado tradicionalmente la EPF como fuente de información, que se completaba con datos procedentes de la Contabilidad Nacional, del propio IPC y de otras fuentes de la oferta de los diferentes sectores.

Sin embargo, el Reglamento 2020/1148 de la Comisión Europea establece que desde enero de 2023 se debe utilizar la Contabilidad Nacional como fuente principal, en sustitución de la EPF.

Por tanto, la estructura general de ponderaciones del IPC vigente desde enero de 2023 se obtiene a partir del Gasto en Consumo Final de los Hogares de la Contabilidad Nacional. Dicha estructura se completa con datos de la EPF, que se continua utilizando para descender a niveles funcionales y geográficos más detallados, y con información procedente de la oferta de algunos sectores.

INFORMATIZACIÓN

Finalmente, Estadística subraya que dentro del proyecto de modernización de los instrumentos y procedimientos de obtención de la información para el IPC, la utilización de dispositivos electrónicos para la recogida de los precios en los establecimientos tiene una importancia capital.

Al respecto, señala que el proceso de encuesta a los establecimientos no solo implica la anotación de los precios de los productos de la muestra, sino que está acompañado del registro de una información adicional absolutamente relevante para el correcto seguimiento de los mismos, como es cualquier alteración que se haya producido en el producto desde la anterior visita, o la propuesta de un cambio de producto o establecimiento si estos han dejado de ser representativos o han desaparecido del mercado.

Hasta ahora, toda esta información se anotaba en los cuestionarios en papel, que posteriormente se graba en las dependencias del INE para su procesamiento e inicio del proceso de validación, control y cálculo de los índices. La implantación de la recogida informatizada facilita y automatiza todo este proceso, lo cual redunda en una mayor rapidez en disponer de la información grabada, una disminución de los potenciales errores de grabación y una mayor eficiencia en el tratamiento de la información adicional recogida.


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