MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada considera necesario “prohibir” o al menos “reducir” el número de intergrupos que existen en el Parlamento Europeo, por representar “un riesgo significativo para la integridad” de la cámara comunitaria y abrir la puerta a “influencias externas” de terceros estados que pueden “interferir en la política exterior de la UE”.
Así lo refleja en un nuevo informe publicado este martes y que asegura que “la opción más prudente sería la prohibición total de los intergrupos”, si bien reconoce que posiblemente no sea viable y, en tal caso, sólo deberían permitirse “aquellos centrados en temas internos específicos y claramente delimitados, evitando solapamientos con las comisiones parlamentarias”.
En cualquiera de los casos, aduce que debería producirse una completa “prohibición de su participación en asuntos internacionales” dado que “no deberían abordar temas de política exterior o asuntos internacionales, áreas que deben ser gestionadas exclusivamente por las instituciones formales de la UE, como las comisiones parlamentarias y las delegaciones geográficas”.
El Instituto Coordenadas explicó que los intergrupos del Parlamento Europeo “han generado un creciente debate en torno a su papel” dentro de la estructura institucional de la Unión Europea porque originalmente fueron concebidos como foros informales para facilitar el intercambio de ideas entre eurodiputados y actores externos, pero “la falta de regulación estricta y el riesgo de ser explotados por intereses privados y actores extranjeros han planteado serias preocupaciones sobre su impacto en la transparencia y la integridad de las instituciones europeas”.
Pese a su función de fomentar el diálogo entre eurodiputados de diferentes grupos políticos, asegura que los intergrupos “plantean importantes preocupaciones sobre su influencia en la integridad y transparencia del proceso legislativo”. Como no forman parte de la estructura oficial del Parlamento, teme que “operan de manera informal sobre temas que van desde derechos humanos hasta políticas económicas, lo que les otorga una flexibilidad que puede ser aprovechada para ejercer una influencia indebida”.
También denuncia que los intergrupos han sido objeto de fuertes críticas “debido a su falta de regulación en cuanto a la influencia de intereses externos”. Según el Corporate Europe Observatory, muchos de estos grupos “operan sin la transparencia necesaria, permitiendo que intereses particulares ejerzan presión directa sobre los legisladores”.
Tanto es así que el Instituto de Coordenadas denuncia que, “en numerosas ocasiones, los intergrupos han sido utilizados como vías de entrada para la injerencia de actores estatales y no estatales de terceros países”. “Este entorno, marcado por la falta de regulación, aumenta los riesgos de corrupción y puede desviar el proceso legislativo hacia la defensa de intereses privados, en detrimento del bienestar común europeo”, sentencia.
A modo de ejemplo, citó el intergrupo del Sahara Occidental como “uno de los ejemplos más controvertidos por permitir la influencia de actores externos como Argelia y el Frente Polisario, considerado por algunos como una organización terrorista”.
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