MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Tener un fenotipo negro o asiático/amerindio reduce, de media, las probabilidades de que el empleador se interese por el candidato en aproximadamente un 20% en Alemania, España y Países Bajos. Mientras, tener un fenotipo caucásico de piel morena (muy extendido en el norte de África) recorta dichas probabilidades en aproximadamente un 10%, en comparación con tener un fenotipo caucásico blanco.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) en colaboración con la Universidad de Ámsterdam, el Centro de Ciencias Sociales de Berlín (WZB) y el Centro Alemán de Investigación sobre Integración y Migración (DeZIM).
Se trata del mayor estudio sobre discriminación racial en la contratación laboral realizado en Europa, que revela que tener un fenotipo no blanco es un obstáculo importante a la hora de encontrar empleo para los europeos nacidos de padres inmigrantes.
Estas estimaciones capturan el efecto del fenotipo sobre las respuestas de los empleadores europeos, una vez aislado del efecto de la región de ancestro de los solicitantes. Sin embargo, el estudio también muestra que el efecto combinado de la ascendencia étnica y el fenotipo puede dar lugar a graves niveles de discriminación en Europa.
Las investigaciones precedentes sobre la incorporación al mercado laboral de los inmigrantes internacionales y sus descendientes en Europa han identificado la procedencia de países musulmanes como el principal factor desencadenante del prejuicio y la discriminación. Sin embargo, estas investigaciones no han tenido en cuenta el papel del aspecto físico como potencial barrera al empleo. Para cubrir esta carencia, este nuevo estudio analizó hasta qué punto el hecho de pertenecer a una minoría “visible” (es decir, tener un fenotipo no blanco) es una fuente adicional de discriminación contra los descendientes de inmigrantes internacionales en Europa, según explicó la UC3M.
Para realizar el estudio,, publicado en la revista ‘Socio-Economic Review’, los investigadores analizaron las respuestas de casi 13.000 empresas europeas a solicitudes de empleo con CV ficticios en estos tres países europeos donde adjuntar una fotografía a las solicitudes de empleo es una práctica habitual.
Para realizar este experimento, los investigadores modificaron los nombres y fotografías de los solicitantes de empleo ficticios (manteniendo el resto de datos del CV idénticos) que se presentaban a vacantes reales para una amplia gama de ocupaciones. Todos estos solicitantes simulados eran jóvenes con nacionalidad del país del experimento y descendientes de padres procedentes de cuatro grandes regiones del mundo.
“La mayor parte de lo que sabíamos sobre la discriminación racial en la contratación hasta la fecha procedía de países anglosajones, especialmente de EEUU, donde el uso de fotografías en las solicitudes de empleo está prohibido por ley. Esto obligaba a los investigadores a estimar la discriminación racial utilizando exclusivamente el nombre de los solicitantes, lo cual es muy problemático. Una ventaja crucial de nuestro estudio es que investigamos el papel del fenotipo y la ascendencia étnica como desencadenantes potencialmente distintos de la discriminación mediante la explotación de la variación fenotípica plausible en grandes regiones de ancestro”, explicó el autor principal del estudio, Javier Polavieja.
“Según nuestras estimaciones, en los tres países estudiados, los solicitantes de ascendencia del Magreb y Oriente Próximo con fenotipos negros tienen que enviar aproximadamente un cincuenta por ciento más de solicitudes para recibir una llamada de los empleadores que solicitantes curricularmente idénticos pero de ascendencia europea y fenotipo blanco. Estas estimaciones de discriminación son comparables, si no superiores, a las que se suelen dar en el caso de los afroamericanos en Estados Unidos. La discriminación contra los solicitantes de fenotipo negro y padres europeos o estadounidenses es algo menor pero también significativa”, abundó la directora del laboratorio DeZIM y una de las coautoras del estudio, Susanne Veit.
Los investigadores también analizaron los patrones de discriminación racial de los tres países del experimento y encontraron algunas diferencias significativas entre España y los dos países del norte. “Nuestros resultados sugieren que el fenotipo actúa como desencadenante autónomo de la discriminación en Alemania y los Países Bajos, reduciendo las oportunidades de acceso al empleo para solicitantes no blancos con independencia del origen de sus padres. En cambio, en España la discriminación parece restringirse a determinadas combinaciones de fenotipo y ancestro, especialmente aquellas en las que el aspecto físico de los solicitantes es el más prototípico de su región de ascendencia”, señaló Javier Polavieja.
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