El grupo critica que la misión de la ONU no se haya pronunciado al respecto: “No es sorprendente”
El líder opositor Moise Katumbi califica lo ocurrido de “crimen de guerra” y pide al TPI que investigue los hechos
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha cifrado en trece los muertos y 72 los heridos por las explosiones que han tenido lugar en la capital de Kivu Sur, Bukavu, situada en el este de República Democrática del Congo (RDC), tras un acto del grupo, que se hizo recientemente con el control de la localidad.
El líder político del M23, Bertrand Bisimwa, ha proporcionado este balance, apoyándose en fuentes hospitalarias, y ha denunciado que “entre ellos hay mujeres y niños”. Además, ha tildado lo ocurrido de “atentado terrorista”, según un comunicado publicado en su perfil de la red social X.
“Los primeros elementos del testimonio de los sospechosos detenidos por nuestros servicios indican que el régimen de Kinshasa había planeado inicialmente colocar bombas en dos gasolineras situadas a la entrada de la Plaza de la Independencia, antes de cambiar de opinión cuando nuestros soldados se desplegaron masivamente en esos dos lugares”, ha relatado.
Bisimwa ha declarado que “de este testimonio se desprende que el régimen había planeado provocar varias muertes entre la población civil como operación de castigo contra los habitantes de la ciudad de Bukavu por haber dado una cálida bienvenida a los soldados del Ejército Revolucionario Congoleño (ARC, por sus siglas en francés).
El portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, por su parte, ha criticado el “silencio” de la Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) y, en particular de su jefa, Bintou Keita: “No es sorprendente que Keita y todos aquellos que predican lecciones hayan permanecido en silencio ante el ataque terrorista contra civiles en Bukavu”.
Kanyuka, que ha acusado directamente al presidente congoleño, Félix Tshisekedi, de su responsabilidad en los mencionados hechos, ha aseverado que “el mundo finalmente ve” lo que han “estado denunciando durante todo este tiempo”. “Eliminaremos la amenaza en su origen”, ha agregado.
Por su parte, el destacado líder opositor Moise Katumbi ha pedido al Tribunal Penal Internacional (TPI) que investigue los hechos. “El uso de artefactos explosivos en los corazones de decenas de miles de personas constituye un crimen de guerra imprescriptible cuyos responsables deberán responder ante los tribunales”, ha señalado.
“Recurrir al terrorismo nunca podrá conducir a la paz. Hay que neutralizar a los bombarderos y a sus patrocinadores”, ha señalado, mientras que ha trasladado sus condolencias a los seres queridos de los fallecidos.
Desde el Gobierno congoleño, han cifrado en siete los muertos y varias decenas los heridos como balance provisional de la tragedia. “La recolección de sangre continúa como parte del esfuerzo bélico”, ha expresado, al señalar que 8.500 personas han sido enterradas en Goma por la ofensiva.
El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, ha logrado importantes avances territoriales durante las últimas semanas, una ofensiva que ha llevado a RDC a acusar directamente a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23, en medio de llamamientos regionales a un alto el fuego y un proceso de paz.
Por su parte, las autoridades ruandesas acusan al Gobierno de RDC de reprimir a los tutsis congoleños, que suponen una minoría en el este del país africano, con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994– y otras milicias locales.
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