Manifestantes atacan la sede del principal partido del Gobierno, ahora depuesto
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Ministerio del Interior de Níger ha anunciado este jueves la prohibición de las manifestaciones públicas en el país tras el golpe de Estado protagonizado en la víspera por un grupo de militares que mantienen retenido al presidente del país, Mohamed Bazoum.
“Cabe recordar al mismo tiempo que las manifestaciones públicas por el motivo que sea se mantienen prohibidas hasta nuevo aviso. En todo caso, la fuerza debe quedar en la ley y el Estado velará por que así sea”, reza un comunicado.
En este sentido, la cartera ministerial ha señalado que observan “con gran amargura que a raíz de los recientes acontecimientos” algunos “individuos han agredido físicamente a otros ciudadanos y propiedades ajenas”: “Estos actos cometidos a propósito por personas sin fe o ley y que son puramente vandalismo y mala intención no pueden ser tolerados”.
“Es por ello que se instruye enérgicamente a las fuerzas del orden y de seguridad a velar por la protección de las personas y sus bienes por todos los medios legales, deteniendo a toda persona sorprendida cometiendo un acto de vandalismo y aplicando sin debilidad las medidas legales acordes a la gravedad de esta conducta”, agrega la misiva.
Este anuncio ha tenido lugar horas después de que manifestantes irrumpieran en la sede nacional del principal partido gobernante, destrozando el local e incendiando vehículos frente al edificio. Esta situación ha creado un contexto de incertidumbre en el país, a pesar de los llamamientos a la calma y la moderación de parte de la sociedad civil y del Gobierno, informa el portal de noticias ActuNiger.
La asonada arrancó a primera hora del miércoles, cuando un grupo de miembros de la Guardia Presidencial –encabezada por Oumar Tchaini desde 2011– bloquearon los accesos al Palacio Presidencial en la capital, Niamey, e hicieron un llamamiento a los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional a sumarse a su levantamiento contra Bazoum.
Posteriormente, un grupo de militares ha comparecido en la madrugada de este jueves en la televisión nacional para anunciar la destitución del presidente nigerino, una declaración “suscrita” horas después por el Estado Mayor del Ejército, que ha dicho que busca “preservar la integridad del presidente” y “evitar un enfrentamiento mortal (…) que derive en un baño de sangre”.
Por el momento no están claros los motivos del levantamiento, que ha derivado en el establecimiento de una junta militar –de nombre Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP)–. El portavoz del organismo, Amadou Abdramane, anunció además la disolución de la Constitución, la instauración de un toque de queda y el cierre de las fronteras del país.
Estas acciones han provocado una catarata de condenas por parte de la comunidad internacional –Naciones Unidas, la Unión Africana (UA), la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Europea (UE) y países como Estados Unidos, España y Francia–, que han reclamado la liberación de Bazoum y la conservación del orden constitucional.
Niamey es un aliado clave de varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Francia, en la lucha contra el yihadismo y hasta ahora ha logrado evitar la inestabilidad política que ha afectado a otros países de la región por la inseguridad a causa del repunte de los ataques por parte de Al Qaeda, Estado Islámico y Boko Haram.
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