MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El ministro del Interior del Gobierno libio establecido en Trípoli, Imad Trabelsi, ha anunciado que su departamento asumirá la protección todas las instituciones de la ciudad en plena crisis abierta en torno al Banco Central del país y la larga disputa con las milicias locales sobre el reparto de tareas de seguridad.
“En coordinación con el Ministerio de Defensa, hemos reunido a todos los servicios de seguridad de Trípoli y hemos logrado llegar a un acuerdo para asegurar los aeropuertos y las fronteras terrestres, así como las sedes de las (instituciones) gubernamentales en la capital”, ha indicado Trabelsi en rueda de prensa, donde ha asegurado que todos los grupos armados que operan en la capital “han expresado su disposición inmediata a aceptar el acuerdo”.
La tensión reinante desde hace meses en la capital alcanzó esta semana un nuevo punto álgido cuando el Banco Central suspendió operaciones en protesta por el secuestro de un empleado, posteriormente liberado en un suceso cuyas circunstancias no han quedado del todo esclarecidas.
El gobernador del Banco Central, Sadiq Kabir, fue cesado por tomar la decisión de suspender las actividades de la institución, pero su reemplazo, Mohamed Shukri, se ha negado a asumir el cargo hasta que no cuente con el beneplácito tanto del Gobierno de Trípoli como el de la administración rival del este del país.
Las protestas ante la institución originaron un conflicto de intereses entre las fuerzas del Gobierno de Trípoli y otras milicias locales que operan en la ciudad desde el estallido de la guerra tras la muerte de Muamar Gadafi en 2011 y que protagonizan enfrentamientos esporádicos por el control de los barrios.
En este sentido, el ministro del Interior ha ratificado en rueda de prensa a última hora de este pasado viernes, que “en cuestión de 24 horas, las fuerzas de seguridad de Trípoli garantizarán la protección de todas las instituciones públicas, agencias del Gobierno, compañías y hoteles” de la ciudad, “incluido el Banco Central de Libia”.
Otras “agencias de seguridad” y “grupos milicianos” regresarán “a sus bases de operaciones y dejarán de patrullar las calles y de participar en las tareas de protección de las instituciones estatales”, ha añadido.
“El uso de armas en la ciudad es inaceptable y queremos que el pueblo esté de parte de la Policía y no de sus opositores políticos”, ha remachado el ministro en la comparecencia, recogida por el diario ‘Al Wasat’.
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