MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estonia ha aprobado un plan para la retirada y demolición de hasta 244 monumentos erigidos en el espacio público durante la época soviética o en honor al Ejército Rojo por su victoria en la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi.
Las autoridades del país báltico ha dado su visto bueno a la retirada de unos monumentos que, en el marco de la invasión rusa de Ucrania, gran parte de la población estonia considera ofensivos pues recuerdan décadas de ocupación soviética.
Esta decisión es fruto del informe final redactado por una comisión impulsada en junio por el propio Gobierno de Estonia y que ha resuelto que de los 322 monumentos analizados, más de 70 se consideran ideológicamente neutrales, con lo que permanecerán en espacio público.
Entre estos destaca el cementerio militar de la Fuerzas de Defensa Estonias en Tallin –donde se ubica la estatua soviética del Soldado de Bronce–, así como el complejo conmemorativo de Maarjamae, también en recuerdo a las tropas caídas durante la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades de Estonia, junto con otras potencias europeas, han intensificado la retirada y demolición de monumentos soviéticos en espacio público como una de las medidas de respuesta a la guerra en Ucrania, iniciada por Rusia a finales de febrero.
Uno de los episodios más destacados se produjo en agosto, cuando Tallin ordenó la retirada de un tanque soviético de la ciudad fronteriza de Narva. Aquella decisión provocó el enfado de Moscú, que consideró el gesto como un desprecio a la labor soviética en la guerra.
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