El Pentágono confirma que cinco estadounidenses resultaron heridos, de los cuales tres fueron trasladados a Alemania para recibir tratamiento
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha agradecido este jueves al Gobierno de Irak la detención de cinco sospechosos acusados de estar involucrados en un ataque contra la base de Ain al Assad, situada en el oeste de Irak y utilizada por la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, en la que resultaron heridos cinco estadounidenses.
“Acogemos con agrado esas acciones”, ha declarado la portavoz adjunta del Departamento de Defensa, Sabrina Singh, en una rueda de prensa en la que ha aclarado que las fuerzas estadounidenses no han estado involucradas en estos arrestos, si bien ha agregado que suelen transmitir información de Inteligencia para estar coordinados con el Gobierno de Irak, especialmente cuando se trata de un ataque contra las fuerzas estadounidenses.
La portavoz ha explicado que una milicia proiraní lanzó dos cohetes que impactaron en la base aérea, mientras que un tercer cohete fue interceptado antes de que impactara. El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) está revisando “cómo lograron atravesar la base esos cohetes” para “asegurarse de que esto no vuelva a suceder” tomando “las medidas adecuadas necesarias para proteger” a las fuerzas estadounidenses en la región.
Como consecuencia de los impactos, cinco estadounidenses resultaron heridos, incluidos cuatro militares y un contratista. Tres de los heridos han sido trasladados al Centro Médico Regional Landstuhl, en Alemania, para recibir tratamiento médico. Los otros dos, un militar y el contratista, han vuelto al servicio. En un primer momento pensaron que había siete estadounidenses heridos, pero dos de ellos sufrieron heridas muy leves y volvieron “inmediatamente” al servicio.
Singh ha remarcado, tal y como señaló recientemente el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, que Washington se reserva “el derecho a responder en el momento y lugar” de su elección” para “garantizar la protección” de sus fuerzas, si bien se ha negado a “adelantarse” a “ninguna decisión” que el secretario de Defensa tome junto al presidente, Joe Biden, y el Consejo de Seguridad Nacional.
Este bombardeo, en un momento de máxima tensión en la región por el reciente ataque de Israel contra un alto comandante del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Beirut, fue el primero de Estados Unidos en Irak desde febrero, cuando atacó decenas de objetivos vinculados a las milicias proiraníes en Irak y Siria. Entonces, la milicia Resistencia Islámica de Irak, que mató a tres militares estadounidenses en Jordania, anunció el cese de sus acciones contra las fuerzas estadounidenses, y el Gobierno de Irak pidió la expulsión de la tropas de Estados Unidos.
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