MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, sostuvo este jueves que “nadie ha visto un céntimo de euro” que las empresas propietarias de las centrales “quieran invertir en energía nuclear” y recordó que el plan de cierre entre 2027 y 2035 fue pactado.
Así se expresó Aagesen en una comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados para presentar el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR), donde aseguró que “las mismas empresas quieren seguir invirtiendo en energías renovables”.
Además, en referencia a las críticas de algunos diputados a la subida de la tasa de Enresa que conlleva el plan, rechazó que pueda ser asumido por los contribuyentes porque “la gestión de los residuos la pagan las empresas que han sacado un beneficio de la gestión de las centrales”.
En concreto, el PGRR prevé unos costes de 20.220 millones de euros que deberán sufragar los titulares de las instalaciones nucleares. Supondrá una subida de la tasa de Enresa del 30%, al pasar de 7,98 euros por megavatio hora (MWh) a 10,36 euros.
En dicho documento se establece la política del Gobierno en materia de gestión de los residuos radiactivos, incluido el combustible nuclear gastado, y del desmantelamiento y la clausura de las instalaciones nucleares.
Este 7º PGRR ha superado una larga tramitación, iniciada en marzo de 2020 con la difusión del borrador del Plan. Es el primer PGRR sometido a evaluación ambiental estratégica y al informe del Consejo de Seguridad Nuclear y de las comunidades autónomas, al objeto de garantizar una amplia participación, consenso y respaldo social.
Sustituyó al 6º PGRR que se aprobó en 2006 y debería haberse actualizado antes del 2015, de acuerdo con el calendario establecido por la Directiva 2011/70/Euratom, por la que se establece un marco comunitario para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos.
El nuevo plan de residuos está en consonancia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (Pniec), que fija la hoja de ruta para que España cumpla los objetivos europeos de clima y energía, y con el Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales nucleares, firmado en marzo de 2019 entre Enresa y sus propietarios.
Por ello, contempla el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035. Según el 6º PGRR la parada definitiva de las centrales que están en operación se hubiera producido, a los 40 años de vida útil, entre 2021 y 2028.
Contempla también el inicio del desmantelamiento de las centrales nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, excepto Vandellós I (parada desde 1989 por un accidente grave), cuya última fase se ejecutará a partir de 2030.
También seguirá la operación del centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba) para residuos de media, baja y muy baja actividad, hasta completar el desmantelamiento de las centrales, como ya estaba planificado en el 6º PGRR.
Asimismo, seguirán las actuaciones para ampliar la capacidad de los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) para el combustible gastado en las centrales nucleares, que permitan su explotación y su desmantelamiento, como ya estaba previsto en el 6º PGRR.
A ello, se sumará la puesta en marcha de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en los emplazamientos de las centrales nucleares, para el combustible gastado y los residuos de alta actividad, hasta su traslado al almacenamiento definitivo.
El ATD de cada central estará formado por su ATI más una nueva instalación complementaria o medidas adicionales, que permitan realizar las operaciones de mantenimiento de los contenedores en los que se almacena el combustible gastado cuando la central deje de estar operativa.
Por último, incluye el almacenamiento definitivo del combustible gastado y los residuos de alta actividad en un Almacén Geológico Profundo (AGP), que es la solución técnica que ya estaba prevista en el 6º PGRR y que ha sido elegida por los países más avanzados en esta materia.
Así, el 7º PGRR establece una hoja de ruta para que España pueda disponer de un AGP, asegurando un proceso previo de información y participación pública, a semejanza de los desarrollados en los países europeos que ya han decidido el emplazamiento de sus AGP, como Finlandia, Suecia, Suiza y Francia. Si podemos acortar los plazos estaremos encantados”, concluyó Aagesen.
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