Habrá cambios en la petición de penas debido a los acuerdos alcanzados con gran parte de los encausados
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El fiscal antidroga Manuel Pérez Veiga dará a conocer este martes su escrito de conclusiones definitivas en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra 81 personas relacionadas en mayor o menor nivel con la organización delictiva conocida como ‘Los Mami’. Dado que ha habido un gran número de acusados que han reconocido los hechos en parte o en su totalidad, entre ellos Ana María Cameno, conocida como ‘la reina de la coca’, y uno de los líderes de la red, Artemio López Tardón, el Ministerio Público modificará de forma relevante lo que plasmó en su escrito de acusación.
Así lo explicó el fiscal ante el plenario en la última jornada que se celebró antes del parón de Semana Santa, cuando solicitó al tribunal de la Sección Cuarta un tiempo prudencial para trabajar en las modificaciones de las penas que interesaba para los encausados. Cabe recordar que se les imputan delitos que van desde el blanqueo de capitales a la tenencia ilícita de armas, pasando por el tráfico de drogas, la falsedad documental, contra la Hacienda Pública o la falsificación de moneda.
La vista oral encara así sus últimas jornadas después de que se hayan producido tanto las declaraciones de los acusados como las testificales, y una vez dada por reproducida la prueba documental. Ahora, en esta semana el tribunal ha previsto celebrar cuatro jornadas (hasta el viernes) en las que además de conocer las conclusiones del fiscal se expondrán las del resto de partes y tras los informes será el turno de última palabra para los acusados antes de que quede visto para sentencia.
Según regía el fiscal en su escrito de acusación provisional, la organización era “extremadamente complejísima, poderosa, laberíntica, entrelazada, muy diversificada y minuciosamente planificada”, que además era “permanente y estructurada”, que tenía proyección internacional y que se encontraba subdividida “en no menos de cuatro grandes sectores o ramificaciones”.
De lo investigado, se ha conocido que esta organización introdujo en España para su distribución por Europa al menos 7,5 millones de toneladas de cocaína y blanqueó además las decenas de millones de euros obtenidos con la venta. El fiscal apuntaba que esta “poderosa” red “cuyas actividades criminales se desarrollaron dentro y fuera de la península Ibérica” actuó a lo largo de un “muy dilatado periodo de tiempo” que se prolongó cuanto menos desde principios de 2007 hasta el verano de 2011.
En el auto de procesamiento emitido en 2018 por el instructor Ismael Moreno, titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, se dejaba constancia de que por estos hechos también era procesada Ana María Cameno, conocida como ‘la reina de la coca’. Y apuntaba que en el caso de Álvaro López Tardón, en prisión en Estados Unidos donde cumple condena de 150 años por blanqueo de capitales, mantenía la orden de busca y captura nacional e internacional.
Precisamente éste, junto con su hermano Artemio, eran los líderes de una de las cuatro ramas de la “complejísima organización delictiva” que solo en el año 2010 ganó 52 millones de euros por sus actividades ilícitas, según apuntaba el magistrado en su auto. Ambos contaban en España, Estados Unidos y Colombia con una elaborada infraestructura para las operaciones de narcotráfico desplegadas desde Sudamérica hasta Europa.
Dicha infraestructura también les permitió planificar y ejecutar el desarrollo de complejas y variadas operaciones de blanqueo hacia Estados Unidos para las que se sirvieron de una diversidad de personas que les permitió el lavado de ganancias procedentes del narcotráfico a través de sociedades pantalla. Con este fin también utilizaron a numerosas personas como testaferros.
COCHES DE LUJO Y UN VELÁZQUEZ FALSO
Entre dichas sociedades figuran empresas de compraventa de vehículos de alta gama y muestra de ello es que algunos de los testaferros aparecen como titulares de numerosos coches como un Lamborghini Gallardo, un Lamborghini Murciélago, un Audi R8, un Ferrari F 430 y un Ford GT.
Otro de los métodos empleados para el lavado del dinero era la simulación de la adquisición de un cuadro titulado ‘El almuerzo’ de Velázquez, tratándose en realidad de una “burda manipulación”, decía el juez, por un valor de 24 millones de euros, fingiendo su venta posterior por 880.000 euros. En el contrato falso aparecía como compradora la entonces pareja de Álvaro López Tardón, Sharon Cohen, representando a una sociedad panameña con la que no guardaba en realidad ningún vínculo.
En el registro efectuado en un chalet de Madrid propiedad de los hermanos López Tardón, la Policía encontró la cantidad de 23.974.853 euros en metálico, la mayor parte oculta en zulos practicados en la vivienda, que contaba con extremas medidas de seguridad formadas por una red de cámaras de vigilancia de la más alta tecnología. De hecho, para hallar el dinero, los agentes tuvieron que picar el suelo de algunas habitaciones, levantando las plaquetas para hallar, entre otros, un ‘zulo’ en el que se escondían más de 700 paquetes de plástico cerrados al vacío.
En el registro de la vivienda se incautaron también de folios con tres conceptos ‘A1 – 19.000.000. A2 – 10.000.000. A3 – 5.354.000’, junto con la suma de estos tres conceptos: 34.354.000. El primero y el tercero se trataban, según el juez, de las cifras de dinero halladas en la vivienda de la calle Azaleas, mientras que “el segundo de aquellos conceptos refleja la cantidad de dinero que, todavía a día de hoy, se encuentra escondida en un tercero zulo poseído por la organización criminal en algún lugar ignorado y que hasta el momento presente no ha podido ser localizado”.
LABORATORIO CLANDESTINO: LOS COCINEROS DE BOGOTÁ
La segunda rama estaba liderada (“supremos corresponsables” dice el fiscal) por el matrimonio formado entre Ana María Cameno (alias ‘Pollito’ o ‘Llorona’) y David Vela, quienes, junto a otros integrantes, se encargaban de recibir la cocaína en España y distribuirla a numerosos sujetos, entre ellos los miembros de las ramas tercera y cuarta.
Para ello contaban con un “gigantesco y descomunal” laboratorio clandestino en una finca rústica de Villanueva de Perales (Madrid) para la fabricación, manipulación y adulteración de las sustancias estupefacientes, en el cual trabajaban “cocinando” cuatro profesores de Bioquímica de la Universidad Javeriana de Bogotá-Colombia.
“Estos cuatro individuos se desplazaron desde su país natal, Colombia, hasta España para encargarse no sólo de la instalación propiamente dicha del gigantesco laboratorio clandestino poseído por la trasnacional banda criminal en la finca rústica ubicada en Villanueva de Perales, sino también para desarrollar, utilizando sus conocimientos, el complejo proceso de fabricación, elaboración y adulteración de la sustancia estupefaciente, mediante el empleo de las ingentes cantidades de productos químicos”, reza el escrito.
El tercero de los sectores de la organización estaba liderado por los hermanos Raúl y Víctor Juárez Smith, cuya función principal era la distribución y venta de gran parte de la cocaína que llegaba a España, mientras que el cuarto estaba comandado, siempre según el auto de procesamiento, por el hispano-colombiano Laurentino Sánchez Serrano y que, al igual que el anterior grupo, se dedicaba a la recepción, distribución y, además, al blanqueo de los fondos a través de un ficticio entramado empresarial.
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