El expresidente de Puertos del Estado se desliga de la tramitación del proyecto: “No tenía criterio técnico para imponerme”
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El exsecretario de Estado de Transportes Fernando Palao ha reconocido en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por las presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación del contrato para las obras del puerto de El Musel, en Gijón, que el proyecto estuvo condicionado por los fondos de cohesión aportados por la Unión Europea.
“Lo había, evidentemente”, ha contestado después de que el fiscal anticorrupción Miguel Serrano le preguntase si existió un “condicionante financiero” a la hora de abordar la ampliación. “Esa obra era inabordable con los recursos propios de la Autoridad Portuaria y había una aportación de fondos europeos que era indispensable para hacerla”, ha añadido.
En esta línea, Taboada ha señalado que en el debate acerca de qué proyecto debía ser el elegido primó esa aportación económica. “Había determinados datos que por un lado amenazaban los fondos y por otro se contaba con el visto bueno el Ministerio. En el fondo se llegó al convencimiento de que la solución era suficiente para resolver los problemas más urgentes”, ha relatado, refiriéndose a la variante este, la oferta que finalmente se escogió.
Con todo, ha incidido en que el Ministerio de Fomento no tenía ningún tipo de competencia sobre los citados fondos. “Lo más que podíamos hacer era apoyar la petición de la Autoridad Portuaria frente a Hacienda, que era la responsable de la distribución de los fondos”, ha aseverado.
LA AMPLIACIÓN DEL PUERTO ERA NECESARIA
Palao, para quien la Fiscalía solicita tres años de cárcel por un delito de fraude, se ha expresado así durante la tercera sesión de la vista oral, que se centra en las obras de ampliación del puerto de El Musel y, en concreto, en la adjudicación en 2004 del contrato de obra pública por un importe inicial de 580 millones de euros. Se trató de un proyecto que, además, contó con la financiación de los fondos de cohesión de la Unión Europea, una ayuda que se elevó a los 247,5 millones de euros.
Este procedimiento también pone el foco en los sobrecostes en los que finalmente se incurrió respecto al proyecto inicial. La aprobación en 2007 del modificado de ampliación del puerto fijó el importe final en más de 830 millones de euros al contemplar un incremento de 250 millones de euros en la inversión.
Palao, que antes de llegar a la Secretaría de Estado fue presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, ha defendido en su declaración que la ampliación del puerto era totalmente necesaria. “Porque si no en ese momento había unas esperas de buques que eran intolerables para los costes de materiales de importación que se movían”, ha explicado.
Tras su cese en ese puesto, llegó al Ministerio de Fomento, titulado en aquel momento por Magdalena Álvarez. Entre sus competencias, ha dejado claro, no se encontraba la gestión de los puertos o de las citadas autoridades portuarias. “Son entes autónomos y las competencias están recogidas en la ley con mucha claridad”, ha aclarado.
“LAS NECESIDADES DE INFORMACIÓN DE LA MINISTRA”
Con todo, Palao sí que realizó un seguimiento personal del desarrollo de las obras de El Musel en tanto que “eran muy importantes y estaban en el debate público”. “Yo tenía que estar informado en detalle porque en cualquier momento en mis despachos con la ministra me podían preguntar qué pasaba en Gijón”, ha añadido.
En este contexto, el exsecretario de Estado se ha referido a la reunión que mantuvo en 2006 con, entre otros, el presidente de Puertos del Estado, el presidente y el director de la Autoridad Portuaria de Gijón y los responsables de las empresas encargadas de acometer las obras.
“A mí me interesaba conocer en detalle los problemas que tenían. Yo quería tener la suficiente información para poder satisfacer las necesidades de información de la propia ministra”, ha apuntado, afirmando que en la misma los contratistas pusieron “de manifiesto las dificultades que había” para poner a funcionar las obras.
Los citados problemas en torno a la ampliación, ha afirmado, llegaron a preocupar especialmente a la entonces titular de Fomento, que prestó especial atención a los “recortes de prensa”. “Evidentemente le preocupaba que una obra tan importante tuviera problemas, y el debate público que se abría en términos políticos”, ha reconocido.
UN TEMA QUE “ESTABA YA SANEADO”
A la declaración de Palao ha seguido la del que fuera presidente de Puertos del Estado Mariano Navas, que se enfrenta a una petición por parte de Anticorrupción de tres años de cárcel como autor de un delito de fraude. A preguntas de la Fiscalía, ha sostenido que no participó en el proyecto de ampliación de El Musel ni el posterior modificado.
“La ley de puertos que regía establecía como función de la Autoridad Portuaria la planificación del proyecto y la adjudicación”, ha asegurado, añadiendo que entre sus competencias solo se encontraba la emisión “de un informe de carácter no vinculante que emitían los ingenieros expertos”.
Preguntado sobre las discrepancias en torno a las distintas variantes ofertadas, Navas ha afirmado que, a su llegada al cargo, ese “tema estaba ya saneado”. “Me he enterado mas de los problemas de Gijón por lo que me decía mi abogado y por la prensa que en ese momento, porque mis competencias eran cero patatero”, ha añadido.
A este respecto, Navas ha señalado que su misión “era tramitar a la Autoridad Portuaria y punto”. “No tenía criterio técnico para imponerme ni para nada respecto a lo que decían los ingenieros de la dirección técnica”, ha apuntado, incidiendo en que nunca habló con la propia Autoridad Portuaria de la situación de las obras.
“No era consciente. Me imagino que tendrían problemas, como los que ocurren en cualquier obra. Me preocupaba mucho más de lo que había pasado en el puerto de Barcelona, porque se había caído el dique”, ha zanjado.
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