MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El expresidente de Georgia Mijail Saakashvili, encarcelado tras ser hallado culpable de abuso de poder, se encuentra bajo “cuidadosa supervisión médica” ante lo que los médicos consideran un “estado generalizado de cansancio” derivado de diversos problemas de salud, según ha alertado la Defensoría del Pueblo georgiana.
La entidad, que ha llevado a cabo un informe sobre su situación tras visitarlo en la clínica en la que se encuentra ingresado, ha indicado en un comunicado que el paciente en cuestión muestra “debilidad generalizada, pérdida de equilibrio, entumecimiento de las extremidades, pérdida de fuerza, falta de concentración y memoria, por lo que su tratamiento continúa”.
El documento indica que Saakashvili pasa gran parte del tiempo tumbado, se siente débil y responde a las preguntas “de mala gana”. “Existe una cierta tendencia positiva, pero la imagen general es mala: atrofia muscular, neuropatía, deterioro cognitivo…”, ha recogido.
El expresidente fue condenado a seis años de prisión y se encuentra ahora bajo custodia en una clínica privada de Tiflis, la capital del país, donde recibe tratamiento mientras es sometido a un nuevo juicio en un tercer caso de abuso de poder. Saakashvili insiste en que se trata de una “persecución política” y ha acusado a las autoridades del país de “seguir órdenes del (presidente ruso) Vladimir Putin”. Además, ha denunciado haber sido envenenado.
Saakashvili se enfrenta ahora a un caso por los hechos ocurridos en el marco de las protestas de 2007, cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en la sede de la cadena de televisión Imedi y se procedió a la incautación de bienes pertenecientes al empresario Badri Patarkatsishvili.
Otras cuatro personas se encuentran imputadas en el mismo caso por las medidas de represión puestas en marcha para sofocar las manifestaciones. En caso de ser hallado culpable, el exmandatario podría enfrentarse a otra pena de entre 5 y 8 años de prisión.
El político georgiano, que se desempeñó como presidente del país entre 2004 y 2013, se encuentra cumpliendo una condena de seis años por dos casos de abuso de poder en relación con la paliza propinada a Valeri Gelashvili, un político de la oposición, por parte de las fuerzas especiales de la policía en 2005.
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