Rocha cambia así su anterior postura en la que defendía su inocencia
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El exembajador estadounidense en Bolivia Víctor Manuel Rocha ha aceptado este jueves declararse culpable de actuar como agente secreto para Cuba durante más de dos décadas, bajo las presidencias de Bill Clinton y George W. Bush, en un caso denunciado por el Departamento de Justicia del país y cuyo juicio será celebrado el 25 de marzo en Miami.
“Señoría, estoy de acuerdo”, ha declarado Rocha en el tribunal respecto a la declaración de culpabilidad, cambiando así su anterior postura en la que defendía su inocencia, según ha publicado el diario estadounidense ‘El Nuevo Herald’.
El equipo legal de Rocha, encabezado por la abogada Jacqueline Arango, ha llegado a un acuerdo con los fiscales Jonathan Stratton y John Shipley para reconocer los delitos de conspiración para ser un agente ilegal y actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero, que pueden llevar a una condena de hasta 15 años de cárcel en total, si bien aún no se ha dado a conocer la pena de prisión recomendada en el acuerdo. Sin embargo, Arango ha expresado que la sentencia es “justa y razonable”, y se dará a conocer el próximo 12 de abril.
El exdiplomático, de 73 años, fue arrestado el pasado 1 de diciembre y formalmente acusado por un gran jurado cuatro días después. Tras ello, el fiscal general, Merrick Garland, detalló que el acusado, quien fue exembajador en Bolivia entre 2000 y 2002, obtuvo puestos de responsabilidad dentro del Gobierno federal que le proporcionaron “acceso a información no publicada”, por lo que tuvo la capacidad de “afectar” a la política exterior estadounidense, sin dar más detalles al respecto.
Rocha ocupó una serie de cargos entre 1981 y 2022 en el Departamento de Estado. Entre ellos, fue director de Asuntos Interamericanos dentro del Consejo de Seguridad Nacional y subdirector principal de la representación diplomática de Estados Unidos en La Habana.
La denuncia federal alega que Rocha admitió haber trabajado para Cuba en una serie de reuniones celebradas entre 2022 y 2023 con un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigación (FBI) que se hizo pasar por un representante de la Dirección General de Inteligencia cubana.
En dichos encuentros, el exdiplomático actuó como un agente cubano, refiriéndose a Estados Unidos como “el enemigo” y utilizando el término “nosotros” para referirse tanto a sí mismo como a Cuba, llegando incluso a elogiar a Fidel Castro como “El Comandante”.
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