MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El euro subía este martes un 0,3% respecto al dólar, hasta situarse en un tipo de cambio de casi 1,103 ‘billetes verdes’, máximos inéditos desde que arrancó el año, en un contexto marcado por la publicación de la inflación de Estados Unidos en julio y la repercusión que pueda tener en la acción de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Según los datos del mercado consultados por Europa Press, el euro cosecha una revalorización en lo que va de agosto de un 1,8% que le ha permitido situarse prácticamente en los niveles de cierre de 2023, ya que el euro cerró ese ejercicio a un tipo de cambio de 1,104 dólares.
Este movimiento se produce a la espera del IPC de Estados Unidos en julio, una referencia de la que los expertos de Banca March esperan que repita la tasa general en el 3% y la subyacente se moderes al 3,2%.
Los analistas de la entidad han aseverado que de cumplirse con lo esperado por el mercado “se reforzaría la tendencia de suavización de la inflación y se incrementaría la probabilidad de iniciar el recorte de tipos el mes que viene”.
Ligado a esto, cabe destacar que ayer se publicó que los costes de producción industrial avanzaron menos de lo esperado en julio al situarse en el 2,2%: “Es importante destacar que varios de los componentes que forman parte del índice de precios de producción son también utilizados para construir el indicador preferido de la Fed, el deflactor del consumo personal”, han incidido.
En consecuencia, han determinado que esta referencia “allana el camino para un recorte de la Fed en septiembre” ya que “ofrece buenos augurios de cara al dato general de precios”.
No obstante, los mismos especialistas han recordado que también hay “voces que disienten” a la vista de que el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, se mostró ayer partidario de esperar a nuevos datos y no recortar tipos hasta finales de año frente a la creencia del mercado que el banco central estadounidense -cuyos tipos se sitúan en el 5,25-5,5%- iniciará el recorte en septiembre.
Respecto a la evolución del euro en el año, la divisa comunitaria encaró hasta abril una tendencia bajista que le llevó a tocar un mínimo anual en los 1,06 dólares, si bien desde entonces ha conseguido remontar hasta el punto de cotizar prácticamente plano respecto al cierre del pasado ejercicio.
Todo ello, con un Banco Central Europeo (BCE) que ya empezó el ciclo de relajación monetaria el pasado junio al recortar los tipos en un cuarto de punto, hasta dejarlos en el 4%.
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