MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
WisdomTree ha comunicado este martes que su fondo cotizado (ETF) que pone el foco en los valores europeos de defensa ha cosechado en el plazo de dos semanas un monto de 554 millones de dólares en flujos netos, en tanto que actualmente cuenta con poco más de 500 millones en activos bajo gestión, según ha informado la entidad en un comunicado.
El director de distribución en Europa de WisdomTree, Adrià Beso, ha constatado que la situación de la defensa en Europa está evolucionando rápidamente.
“Los gobiernos europeos no están realizando compras reactivas a corto plazo, sino que parecen estar rediseñando sus estrategias de defensa a largo plazo”, ha afirmado respecto al plan de Bruselas de movilizar 800.000 millones de euros para adquirir esa independencia estratégica.
El ‘WisdomTree Europe Defence UCITS ETF’ pretende seguir la evolución del precio y rentabilidad del índice ‘WisdomTree Europe Defence UCITS’, que está diseñado para hacer un seguimiento de la rentabilidad de las empresas europeas que están relacionadas con el sector de defensa, que incluye fabricantes de equipos, piezas o productos de defensa civil, electrónica de defensa y equipos de defensa espacial.
Con todo, el índice trata de excluir a las empresas implicadas en armas controvertidas prohibidas por el derecho internacional, como las municiones de racimo, las minas antipersona y las armas biológicas y químicas, así como a las empresas que incumplen las normas del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC, por sus siglas en inglés).
“Históricamente, Europa ha dependido de contratistas de defensa estadounidenses para tecnología militar avanzada, pero cambios en materia política llevan ahora a priorizar proveedores nacionales”, ha sostenido el directivo en referencia al potencial del vehículo.
En un plano más amplio, ha aducido que la Estrategia Industrial de Defensa Europea (EDIS) está impulsando una transición hacia sistemas de defensa de producción local, con el objetivo de adquirir el 50% del equipamiento militar de la UE de fabricantes europeos para 2030, y el 60% para 2035.
“Por lo tanto, esperamos que la adquisición de defensa en Europa beneficie predominantemente a las empresas europeas”, ha remachado.
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