MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Los objetivos del Acuerdo de París de 2015 ya no son alcanzables a pesar de los progresos realizados hasta la fecha. Sin embargo, lograr las cero emisiones netas aún es posible si se aceleran los esfuerzos. Estas son algunas de las conclusiones de la edición número 26 del Observatorio Mundial de los Mercados de la Energía de la consultora Capgemini.
El informe –realizado en colaboración con Hogan Lovells, Vaasa ETT y Enerdata– recoge el trabajo de un equipo mundial de más de 100 expertos e incluye 15 artículos, todos ellos respaldados por análisis.
En sus conclusiones, el texto recalca que si se desea alcanzar los objetivos de descarbonización de 2030 y 2050 es necesario acelerar el despliegue de las energías renovables en todo el mundo, en especial en los países en desarrollo. Por esta parte, incide además en que se debe agilizar el desarrollo de las energías renovables estacionarias, como la biomasa o la geotermia, ya que las renovables están repercutiendo en la estabilidad de la red a medida que aumenta su penetración.
En esta misma línea, el Observatorio señala que la capacidad nuclear mundial debe triplicarse para garantizar una energía estable y baja en carbon. A su vez, destaca que hay que centrarse más en prolongar la vida útil de las centrales nucleares existentes debido a que, aunque se están produciendo algunos avances prometedores en el renacimiento nuclear, como los pequeños reactores modulares, éstos se encuentran en fase de planificación o en las primeras etapas de construcción.
Sobre el hidrógeno, indica que se ha observado una reorientación de las aplicaciones del hidrógeno debido al aumento de los costes de producción de hidrógeno bajo en carbono, la competencia entre usos y la normativa.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL PUEDE ACELERAR LA DESCARBONIZACIÓN
Por otro lado, el informe ha sugerido que los enfoques proteccionistas para aumentar la soberanía energética pueden tener implicaciones indeseables y que los embargos están resultando “ineficaces” y disminuyendo la transparencia y la trazabilidad de los suministros energéticos, algo “esencial” para seguir los esfuerzos de descarbonización.
De cara al futuro, insta a pasar de la medición del consumo primario de energía a la del consumo final (en kWh) para garantizar proyecciones precisas y el progreso de la energía limpia.
Por último, estima que el equilibrio de la red eléctrica se verá mejorado por una previsión del consumo eléctrico y unos escenarios de optimización más precisos gracias a tecnologías como la inteligencia artificial (IA). Aún así, en lo que respecta a la IA, ha puntualizado que la falta de habilidades y el enfoque en pruebas de concepto a corto plazo están obstaculizando su adopción a pesar de que podría acelerar de manera significativa la descarbonización.
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