MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) está gravemente preocupada por la seguridad de los civiles y de los desplazados internos en el este de la República Democrática del Congo (RDC),donde en lo que va de año, más de 400.00 personas han sido forzadas al desplazamiento.
El conflicto se agrava día a día en las provincias de Kivu Sur y Kivu Norte, que ya acogen a 4,6 millones de personas desplazadas.
Según Acnur, su número no para de crecer, y las violaciones de derechos humanos –saqueos, lesiones, asesinatos, secuestros y arrestos arbitrarios de desplazados confundidos con rebeldes– siguen la misma línea.
Los hospitales están a punto de alcanzar su capacidad máxima, prosiguió, y mujeres, niños y ancianos vulnerables viven hacinados, en condiciones muy precarias y con un acceso limitado a alimentos, agua y servicios básicos.
Acnur indicó que, desde su última actualización del 17 de enero, se han registrado bombardeos en los asentamientos de desplazados internos de estas dos provincias.
El pasado 20 de enero, hubo explosiones en el campamento de Kitalaga, en Kivu Sur, que se cobraron la vida de dos niños, y el 21 de enero, cinco refugios improvisados resultaron destruidos en Nzuolo.
El campamento de Bushagara también se vio gravemente golpeado, agregó, y ello causó “pánico y nuevas oleadas de desplazamiento”.
La violencia también a escaló en los territorios de Minova y Kalehe en Kivu Sur, donde ya hay otras 178.000 personas desplazadas.
En medio de los intensos enfrentamientos, grupos armados no estatales han tomado el control de la ciudad de Minova y de la localidad de Kalungu.
Al menos el 80 por ciento de la población ha huido hacia la ciudad de Goma.
Asimismo, en Kivu Norte se han intensificado los combates en la ciudad de Saké, situada a aproximadamente a 25 kilómetros de Goma. Los fuertes bombardeos sobre esta ciudad , que finalmente fue tomada por grupos armados no estatales, forzaron a las familias a huir de al menos nueve campamentos para desplazados en la periferia de Goma.
Acnur se hizo eco del llamamiento del Secretario General de la ONU a respetar los derechos humanos y el derecho internacional y a garantizar “el acceso inmediato y sin restricciones de la ayuda a las poblaciones que necesitan asistencia humanitaria”. Acnur también instó a todas las partes a priorizar la protección de los civiles, respetar la naturaleza civil de los campamentos para desplazados internos y abstenerse de usar explosivos y armamento pesado en entornos civiles superpoblados.
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