MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El piloto español Isidre Esteve, junto a su copiloto Txema Villalobos, ya cuenta las horas para afrontar una nueva edición del Rally Dakar, que arranca el próximo 5 de enero en Arabia Saudí y que exige un trabajo logístico más allá del referido al pilotaje con el objetivo de “optimizar el tiempo al máximo”.
El Repsol Toyota Rally Team cuenta con ‘segundo’ equipo de apoyo a Esteve y Villalobos de cara a ofrecerles una perfecta asistencia durante el considerado ‘raid’ más duro del mundo. Así, David Pigem, David Fabrellas y Carles Méndez se ocupan de las labores más mecánicas sobre el Toyota Hilux T1+, con el apoyo de Toyota Overdrive, mientras que Lidia Guerrero que se encarga de que el catalán esté en el mejor estado físico posible.
Pero también, tal y como recuerda el equipo, existe un trabajo previo que empieza unos seis meses antes del Dakar de cara a tener controlado todo el material necesario para la carrera. “Las cosas no las pedimos hoy y llegan mañana. Para organizarnos lo mejor posible, tenemos que anticiparnos muchísimo”, explica Isidre Esteve.
“Tenemos que hacer el pedido del material hacia el mes de junio para poder tenerlo en octubre, después del Rally de Marruecos. Entonces es cuando trabajamos más con el coche, de hecho, lo hacemos casi nuevo para el Dakar”, asegura el ilerdense en un comunicado de prensa.
Y una vez que el coche está listo, hace falta llevar a cabo la organización logística. “Nuestro núcleo más cercano son nuestros mecánicos David Pigem, David Fabrellas y Carles Méndez. Luego está Lidia Guerrero, que se ocupa de mi recuperación física diaria. Ellos se desplazan de campamento a campamento con nuestro camión T5 y el 4×4 de los mecánicos”, puntualiza Esteve.
El piloto deja claro que “lo importante es el conjunto; la suma de las dos estructuras”. “Con Toyota Overdrive tenemos un camión de asistencia T4 en pista, cargado de recambios, con un ingeniero y un mecánico, para solucionar posibles problemas en plena especial. Al final de la etapa tenemos sus camiones con los recambios y sus ingenieros especializados en cada aspecto del coche (datos, transmisión, suspensiones, electrónica)”, detalla.
Por su parte, David Pigem ejerce de jefe de mecánicos. “Llevamos un poco de todo, básicamente consumibles. Lubricantes Repsol, discos de freno, pastillas, rótulas, palieres, filtros o llantas, todo el material que es más habitual para cambiar. Y todo lo que son materiales grandes, como cajas de cambio y diferenciales, lo lleva Toyota Overdrive”, remarca el gerundense, que trabaja con Isidre Esteve y Txema Villalobos desde la vuelta del de Oliana al Dakar en 2017.
En esta edición del ‘raid’, el Toyota Hilux utilizará el combustible renovable de Repsol, ahora producido en un 70 por ciento a partir de residuos orgánicos, con el objetivo de seguir avanzando hacia las emisiones cero. El pasado mes de octubre, el equipo desplazó 6.200 litros de este combustible a Arabia Saudí y ahora es la organización del Dakar la encargada de transportarlo a los distintos campamentos, en bidones de 200 litros.
En cambio, es el Repsol Toyota Rally Team el que transporta todo su material, debidamente ordenado en cajas, en un camión taller propio que también hace las veces de vivienda para los mecánicos y los pilotos. “Cada caja lleva un material concreto y una etiqueta que indica lo que hay dentro, para saber en todo momento dónde está cada cosa. En el Dakar, el tiempo es oro; se trata de optimizarlo al máximo”, advierte.
“Esta manera de organizarnos, con el material de desgaste más básico en nuestro propio camión, nos permite ser autosuficientes y ágiles en las asistencias rápidas. Y luego tenemos a Toyota Overdrive a nuestro lado si necesitamos otro tipo de asistencia”, sentencia Esteve.
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