MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El enviado de Naciones Unidas y Jefe de la Misión de Apoyo en Libia (UNSMIL), Abdoulaye Bathily, ha advertido este lunes en su primera sesión informativa ante el Consejo de Seguridad de la ONU de que “el estancamiento político continúa” en el país, mientras que ha subrayado que la solución a la crisis “debe venir desde dentro, sobre la base de la voluntad del pueblo libio”.
“El estancamiento político persiste y no se vislumbra un final claro para el estancamiento prolongado sobre el ejecutivo”, ha afirmado Bathily frente al Consejo.
“Además, los esfuerzos para resolver las cuestiones pendientes relacionadas con la base constitucional de las elecciones no parecen conducir a una acción concreta por parte de los actores relevantes, lo que retrasa aún más las perspectivas para la celebración de elecciones inclusivas, libres y justas destinadas a poner fin a la transición y restablecer la legitimidad de las instituciones”, ha lamentado el enviado especial.
Asimismo, el jefe de la UNSMIL ha reiterado a “todos los interlocutores” que “la solución a la crisis debe venir desde dentro de Libia, sobre la base de la voluntad del pueblo libio”, en respuesta a “la condena casi unánime en todo el espectro de la presencia de mercenarios (…) y la incesante injerencia extranjera”.
Bathily, que llegó al país este mes, ha priorizado las consultas con representantes políticos y de la sociedad civil, con el objetivo de “diseñar una respuesta a estos desafíos políticos de enormes proporciones”.
“La situación en Libia exige un proceso de relegitimación del Estado consensuado. Deben establecerse instituciones legítimas capaces de satisfacer las necesidades básicas del pueblo sobre la base de una voluntad política genuina. En este proceso, la realización de elecciones legislativas y presidenciales es primordial”, ha declarado.
En esta línea, el también diplomático senegalés ha instado a los líderes libios a “escuchar las aspiraciones del pueblo por la paz, la estabilidad, el desarrollo económico y un liderazgo receptivo”.
El enviado especial llegó a Trípoli el 14 de octubre para examinar de primera mano la crisis política que atenaza al país, de nuevo dividido en administraciones paralelas.
La Cámara de Representantes, con sede en el este del país, dio por finalizado el año pasado el mandato del primer ministro del Gobierno de Trípoli, Abdul Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las presidenciales de diciembre y acabó nombrando a Fazi Bashaga, en el inicio de un conflicto que se ha extendido al sector energético del país, absolutamente imprescindible para sostener la economía de una nación arruinada tras años de guerra civil.
Cabe recordar que Bashaga ha intentado tomar el control de Trípoli hasta en dos ocasiones — el 22 de julio, los enfrentamientos dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos — antes de renunciar para evitar una lucha armada en firme, si bien los enfrentamientos han proseguido desde entonces.
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