MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Sudán del Sur ha confirmado combates entre militares y milicianos “fuertemente armados” en el Área Administrativa de Pibor (este), en medio del repunte de los enfrentamientos intercomunitarios en esta zona del país africano.
El portavoz del Ejército sursudanés, Lul Ruai Koang, ha manifestado que milicias del Ejército Blanco apoyadas por las Fuerzas Armadas de Sudán del Sur han lanzado ofensivas en la zona ante los últimos incidentes. “Las fuerzas del Ejército están aún en combates activos en la localidad de Kongor, en Lokuangole”, ha manifestado, antes de indicar que las fuerzas progubernamentales se retiraron el 27 de diciembre del área de Gumuruk, según ha recogido la emisora Eye Radio.
Así, ha recalcado que los ataques contra estas localidades “son un claro acto de rebelión al que hay que hacer frente”, después de que el ministro de Información de Pibor, Abraham Kelang Jiji, denunciara la muerte de más de 55 personas en enfrentamientos intercomunitarios.
Kelanj Jiji detalló que se habían saldado con al menos 56 muertos y 17 heridos, que han sido trasladados a centros médicos en la localidad de Gumuruk. Las autoridades locales han denunciado que los atacantes llegaron desde zonas del adyacente estado de Jonglei.
Por ello, las autoridades de Jonglei han reclamado al Gobierno central que intervenga y ponga fin a los combates, al tiempo que han pedido la retirada de los asaltantes. El ministro de Información de Jonglei, John Samuel Manyoun, ha tildado a estas personas de “criminales”.
“Si son de Jonglei, el gobierno de Jonglei les pide que vuelvan a los lugares de los que salieron”, ha afirmado, antes de denunciado “un ciclo de violencia existente desde hace muchos años”. “Queremos apoyo del Gobierno nacional y nuestros socios para solucionar este ciclo de violencia”, ha remachado.
Naciones Unidas expresó la semana pasada su “profunda preocupación” por los llamamientos a la movilización de miembros de la comunidad nuer en Gran Jonglei y alertó de que podría derivar en “ataques masivos” contra la población en esta zona de Sudán del Sur.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) dijo en un comunicado que “estas movilizaciones tienen el potencial de desencadenar ataques violentos que impacten gravemente sobre la sociedad civil” y afirmó que “cualquier repunte del conflicto socavaría los avances hacia la paz logrados por los contactos entre líderes del estado de Jonglei y del Área Administrativa de Gran Pibor (GPAA)”.
Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz de 2018 entre el presidente, Salva Kiir, y el líder rebelde Riek Machar, que derivó en que este último volviera a ocupar el puesto de vicepresidente primero del país africano.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.
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