Denuncia que el presidente busca una paz con el “autócrata Putin” tan “ilusoria” como “dañina” para la credibilidad de EEUU
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El antiguo líder del Partido Republicano en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, ha efectuado este pasado jueves una crítica contundente contra la iniciativa de paz que el presidente estadounidense y abanderado de la formación política, Donald Trump, ha puesto en marcha para detener la guerra de Ucrania, al entender que su acercamiento a Rusia representa un error estratégico con serias consecuencias para la “credibilidad” del país y sus relaciones con sus aliados.
McConnell, todavía gran exponente de la vertiente más tradicional del partido y protagonista de más de un encontronazo con la corriente trumpista, ha interpretado que las conversaciones directas que el presidente está llevando a cabo con su homólogo ruso, Vladimir Putin, amén de las negociaciones técnicas entre los representantes entre ambos país, son un esfuerzo para “aislar” a Ucrania y, todavía peor, “una puñalada por la espalda” para el Gobierno de Kiev.
Por poner un ejemplo esta misma semana, el Gobierno de Trump ha admitido que se ha comprometido en el marco de este deshielo a “ayudar” a Rusia a “restaurar” su acceso a los mercados y a facilitar tanto la entrada de estos bienes a puertos como los sistemas para garantizar el pago de transacciones, en una aparente concesión tras años de sanciones derivadas precisamente de la invasión sobre Ucrania.
Cuestiones como esta llevan semanas molestando al líder republicano en el Senado, quien ahora no ha escatimado críticas hacia Putin y hacia la estrategia norteamericana: “Cuando los enviados del presidente pregonan la magnanimidad de un autócrata violento”, manifestó en relación al presidente ruso, “lo hacen bajo la atenta mirada de sus amigos en Pekín, Teherán y Pyongyang”, en referencia a China, Irán y Corea del Norte, aliados de Moscú.
En términos generales, McConnell, quien a sus 83 años encara como senador por Kentucky los últimos años de su carrera política en medio de una transformación radical de su partido, denuncia los esfuerzos para crear “una paz ilusoria, que destroza la credibilidad de Estados Unidos, amenaza a Ucrania, debilita alianzas y envalentona a enemigos”.
“Los aliados peligrosos deberíamos ser nosotros, los estadounidenses. Tan peligrosos que los enemigos de la democracia, la soberanía y el libre comercio ni se atreverían a poner en duda nuestra determinación”, ha añadido esta pasada noche durante un evento convocado por la Fundación EEUU-Ucrania en Washington D.C.
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