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El desabastecimiento de pilocarpina pone en riesgo la detección precoz de la fibrosis quística en recién nacidos

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MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

La falta de una sustancia, la pilocarpina, pone en peligro el proceso de cribado y detección precoz de fibrosis quística en bebés, según denunció este viernes la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Según esta sociedad científica, la razón del desabastecimiento es un “retraso en la recertificación por parte de la Agencia Europea del Medicamento de la pilocarpina”. Dicha sustancia es clave para el diagnóstico precoz de la fibrosis quística y, si no se detecta, no pueden aplicarse los tratamientos precoces a los recién nacidos.

Los médicos de Separ insisten en la seguridad de la pilocarpina, que se utiliza de forma tópica para estimular la producción del sudor y detectar valores por encima de lo normal en la concentración de cloro, uno de los marcadores de la fibrosis quística. Es la enfermedad genética más frecuente en Europa y afecta a uno de cada 5.000 recién nacidos en el continente.

“Esta escasez nos preocupa porque pone en riesgo el programa de cribado neonatal de la fibrosis quística y los beneficios más que probados de éste”, explicó la comenta la doctora Verónica Sanz, neumóloga pediátrica y coordinadora del Area de Neumología pediátrica de Separ.

Los especialistas piden que esta situación no vuelva a repetirse. “El uso de la pilocarpina es seguro, desde hace años se utiliza sin ningún tipo de contraindicación, por lo que pedimos al área de productos sanitarios de la Agencia Española del Medicamento que se busque una tramitación de urgencia transitoria, mientras se realiza la recertificación de este medicamento. Estamos hablando de una de las enfermedades genéticas más frecuentes del continente, y su detección y tratamiento precoces previenen, entre otros, de daño irreversible estructural del pulmón”, concluyó la doctora Sanz.

Su detección temprana, permite a los médicos aplicar los tratamientos de forma temprana. “La prueba más sencilla para detectarla en los recién nacidos y que se utiliza desde finales de los años 50 del siglo pasado por su efectividad y seguridad, es el llamado test del sudor, que se basa en la medición de la concentración de cloro en el sudor, tras inducirlo mediante iontoforesis con pilocarpina. Sin embargo, actualmente, la Agencia Europea del Medicamento está trabajando en una recertificación de la pilocarpina, lo cual está generando retrasos en su abastecimiento en los hospitales”, explicó la Separ.

Según los especialistas, los pacientes que la sufren tienen un defecto genético que altera la proteína encargada de regular el intercambio de cloro y sodio en las células, lo que hace que se generen secreciones espesas y viscosas, como mucosidad, que obstruyen los canales y alteran la función de los órganos donde se localizan (aparato respiratorio, digestivo, reproductor y glándulas sudoríparas).

En primavera, desde la Federación Española de Fibrosis Quística y la Sociedad Española de Fibrosis Quística se pusieron en contacto con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para intentar poner remedio al desabastecimiento, “pero la situación continua igual”, concluyó la Separ.


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