MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El déficit de las administraciones públicas, teniendo en cuenta la central, las comunidades autónomas y los fondos de la Seguridad Social, se situó en 25.490 millones de euros entre enero y agosto de este año, lo que supone un descenso del 57,8% respecto al mismo periodo del año anterior, y representa el 1,95% del PIB.
Según los datos de ejecución presupuestaria publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, esta cifra no tiene en cuenta la ayuda financiera que, si se contabiliza, eleva el déficit a 25.898 millones, un 57,6% más que hace un año.
El déficit de la administración central se situó en 21.154 millones a finales de agosto, un 61,9% menos, siendo el del Estado de 23.340 millones, con un recorte del 57,9%, mientras que los organismos de la administración central aportaron un superávit de 2.186 millones.
Las comunidades autónomas mostraron un déficit de 3.983 millones frente al superávit de 1.244 millones de hace un año, debido a la liquidación definitiva del sistema de financiación de 2020, que tuvo un resultado neto negativo para esta administración de unos 3.200 millones.
Los impuestos crecieron un 4% y destacan los relativos a la producción y las importaciones, que aumentaron un 21,4%.
Por su parte, los ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio alcanzaron los 36.392 millones. Los ingresos percibidos por impuestos sobre el capital ascendieron a 2.259 millones, lo que representa un 1,9% más que en 2021.
Entre los gastos, la remuneración de asalariados creció un 3% por el incremento salarial.
En cuanto a los fondos de la Seguridad Social, hasta agosto mostraron un déficit de 353 millones, frente a los 6.111 millones de déficit del mismo periodo del año anterior.
DÉFICIT ESTADO
Por su parte, el déficit del Estado hasta septiembre, último dato disponible, se situó en el 1,24% del PIB tras registrar 16.269 millones. Esta cifra supone un descenso del 72,2% respecto al mismo periodo del año anterior, debido a un incremento de los ingresos no financieros del 27%, frente al comportamiento de los gastos, que cayeron un 0,4%.
Respecto a los ingresos, los impuestos alcanzaron 155.908 millones, el 80,2% del total de los recursos, y crecieron un 21,9% respecto a septiembre de 2021, en términos de contabilidad nacional.
Los ingresos por IVA se elevaron un 19,8% y los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio crecieron un 32,7% debido al IRPF, que se incrementó un 27,2%.
Por su parte, el Impuesto sobre la Renta de No Residentes se elevó un 65,7%. Los ingresos del Impuesto sobre Sociedades repuntaron un 31%, si se deduce el ingreso extraordinario derivado de la fusión de dos grandes entidades que se recogió en 2021.
En cuanto a los gastos o empleos no financieros, representaron 210.549 millones, un 0,4% menos respecto al mismo periodo del año anterior.
La partida de mayor volumen son las transferencias entre administraciones públicas, con un peso del 60,9% sobre el total de gastos. Entre enero y septiembre, ascendieron a 128.171 millones.
A su vez, el Sistema de Seguridad Social vio incrementada su dotación un 5,7% por las nuevas aportaciones del Estado, que no se produjeron el año anterior, como la destinada a cubrir el coste de la pensión anticipada involuntaria en edades inferiores a la edad ordinaria de jubilación, por 2.079 millones, o los complementos de prestaciones contributivas sujetos a límite de ingresos por 3.549 millones. Hay que señalar también el aumento de la financiación a la dependencia en 410 millones.
La remuneración de asalariados creció un 2,9%, hasta 14.711 millones, e incorpora la subida salarial para este ejercicio del 2% frente a un incremento del 0,9% en 2021.
Por su parte, los intereses devengados crecieron un 18,4%, hasta situarse en 20.079 millones.
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