ROMA, 14 (EUROPA PRESS)
El decano de los cardenales de la Santa Sede, el italiano Giovanni Battista Re, ha destacado al arzobispo emérito de Melbourne y Sydney, el cardenal George Pell, que falleció a los 81 años en Roma, como un “ejemplo” de cómo aceptar “castigos injustos con dignidad y paz interior”.
“Fue una experiencia de gran sufrimiento soportada con confianza en el juicio de Dios dando un ejemplo de cómo aceptar incluso castigos injustos con dignidad y paz interior”, ha señalado Battista Re en el funeral que ha oficiado en la basílica de San Pedro recordando los 400 días que pasó Pell en prisión acusado de abusos sexuales a menores, si bien después fue absuelto de todos los cargos.
De esta manera, el decano del colegio cardenalicio ha destacado que los últimos años de la vida del cardenal Pell “estuvieron marcados por una condena injusta y dolorosa”. “En junio de 2017 fue acusado de abusos sexuales en Australia y la conclusión del juicio fue una condena de prisión. El cardenal Pell pasó la impresionante cifra de 404 días en la celda de dos prisiones de máxima seguridad, en Melbourne y luego en Barwon, incluido un periodo de aislamiento”, ha manifestado. Así ha recordado que “en abril de 2020, el Tribunal Superior de Australia le exoneró con una sentencia de inocencia total”.
Por ello, ha manifestado que fueron la “fe y la oración” las herramientas que le sirvieron al cardenal Pell – a quien el Papa puso al frente de la Secretaría para la Economía, en la que promovió una reforma de las finanzas vaticanas- “de gran consuelo y apoyo en este triste asunto”.
“Para dar a conocer cuánto ayudan la fe y la oración en los momentos difíciles de la vida y también para servir de apoyo a quienes deben sufrir injustamente”, ha señalado el decano del Colegio Cardenalicio, que también ha recordado que “publicó el diario de sus largos días en la cárcel”.
El 7 de abril de 2020, el cardenal Pell fue absuelto por unanimidad por el Tribunal Supremo de Australia. El cardenal australiano relató su experiencia en el libro ‘Diario de un encarcelamiento’, publicado en Italia por Cantagalli.
Para Battista Re, fue “inesperado” el final de la vida del cardenal Georg Pell. Así, ha recordado que estuvo “presente” y concelebró la misa funeral por el Papa emérito Benedicto XVI.
“En nuestro corazón sólo cabe la esperanza, porque, como nos advierte san Agustín, fundados en una promesa veraz, esperamos que de esta vida, de la que hemos de emigrar, y de la que, sin perderlos, enviamos algunos compañeros por delante en nuestra peregrinación, llegaremos a aquella vida, donde nos serán tanto más queridos y mejor conocidos y podremos amarlos sin temor a que nos abandonen”, ha añadido.
En el funeral de Pell también ha concelebrado Georg Gänswein, secretario personal del papa emérito durante casi 20 años, que publicó este jueves el libro ‘Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI’ (Piemme), generando cierta polémica en todo el mundo por las revelaciones que hace en la misma semana del fallecimiento de Benedicto XVI.
El Papa – que arrastra dolores en la pierna derecha lo que le obliga a usar silla de ruedas para sus desplazamientos- ha presidido al final de las exequias la “Ultima Commendatio” y la “Valedictio”, las*bendiciones que preceden a la sepultura.
Según han informado médicos italianos, los restos mortales del cardenal Pell fueron trasladados esta mañana a la basílica de San Pedro, acompañados por sus familiares, entre ellos su hermano David Pell.
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