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El CSIC ha creado lechugas doradas con una técnica que aumenta el contenido de betacaroteno en las hojas de las plantas

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MADRID, 12 (SERVIMEDIA)

Un grupo de investigación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ha desarrollado lechugas doradas con un nuevo método para la biofortificación de hojas y otros tejidos verdes de plantas incrementando su contenido en sustancias saludables como el betacaroteno, principal precursor de la vitamina A en la dieta humana.

Así lo anunció este jueves el CSIC en un comunicado en el que precisó que el trabajo, cuyos resultados se publican en la revista ‘Plant Journal’, demuestra que, mediante técnicas biotecnológicas y tratamientos con alta intensidad de luz, “se puede multiplicar hasta 30 veces los niveles de betacaroteno en hojas” creando “nuevos lugares para almacenarlo, sin que esto afecte a procesos vitales como la fotosíntesis”.

En concreto, utilizando plantas de tabaco (Nicotiana benthamiana) como modelo de laboratorio y de lechuga (Lactuca sativa) como modelo de cultivo, el equipo dirigido por el profesor de investigación del CSIC en el Ibmcp Manuel Rodríguez Concepción ha conseguido aumentar el contenido de betacaroteno en las hojas “sin afectar negativamente otros procesos vitales como la fotosíntesis”.

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“Las hojas necesitan carotenoides como el betacaroteno en los complejos fotosintéticos de los cloroplastos para su correcto funcionamiento”, explicó a este respecto el investigador del CSIC, al tiempo que subrayó que, cuando se produce “demasiado” beta-caroteno en los cloroplastos, “o demasiado poco”, estos “dejan de funcionar y las hojas acaban muriendo”.

En este contexto, el trabajo ha conseguido producir y acumular el betacaroteno en compartimentos celulares “donde no se encuentra normalmente” mediante la combinación de técnicas biotecnológicas y tratamientos con alta intensidad de luz.

Según el CSIC, los resultados de este estudio demuestran que es posible multiplicar los niveles de betacaroteno en las hojas creando “nuevos lugares para almacenarlo fuera de los complejos fotosintéticos”.

“Por una parte, han conseguido almacenar elevados niveles de betacaroteno en los plastoglóbulos, vesículas de almacenamiento de grasas presentes de forma natural dentro de los cloroplastos. Estas vesículas no participan en la fotosíntesis y no acumulan carotenoides normalmente”, abundó este organismo.

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En este sentido, el primer firmante del trabajo, Luca Morelli, aseguró que estimulando la formación y el desarrollo de plastoglóbulos con técnicas moleculares y tratamientos de luz intensa “se consigue no solo aumentar la acumulación de betacaroteno, sino también su bioaccesibilidad, es decir, la facilidad con la que puede ser extraído de la matriz alimentaria para ser absorbido por nuestro sistema digestivo”.

BIOFORTIFICACIÓN DE VERDURAS Y HORTALIZAS

Por otro lado, el estudio confirma que la síntesis de betacaroteno en plastoglóbulos se puede combinar con su producción fuera de los cloroplastos mediante abordajes biotecnológicos. En ese caso, según el coautor del trabajo, Pablo Pérez Colao, “el betacaroteno se acumula en vesículas similares a los plastoglóbulos pero localizadas en el citosol, la sustancia acuosa que rodea a los orgánulos y al núcleo de las células”.

La combinación de ambas estrategias consiguió un aumento de hasta 30 veces en los niveles de betacaroteno accesible en comparación con hojas no tratadas y la acumulación masiva de betacaroteno aportó además una característica coloración dorada a las hojas de lechuga.

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En opinión de los investigadores, el descubrimiento de que el betacaroteno puede producirse y almacenarse a niveles muy elevados y de forma más bioaccesible fuera de los lugares donde normalmente se encuentra en las hojas, “representa un avance muy significativo para mejorar la nutrición a través de la biofortificación de verduras y hortalizas como lechugas, acelgas o espinacas, sin renunciar a su característico aroma y sabor”.


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