MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC) lidera el proyecto COTI, que busca desde el pasado julio compatibilizar la actividad pesquera con la conservación de los tiburones en el Mediterráneo mediante la identificación de áreas ecológicamente importantes en la parte noroccidental de la cuenca.
En concreto, el proyecto pretende desarrollar medidas de gestión adaptativa para reducir las altas tasas de mortalidad no natural asociadas a la pesca, como por ejemplo el diseño de áreas de gestión pesquera basadas en la presencia de estos escualos a lo largo del año. El objetivo final es proponer áreas de conservación prioritarias para los elasmobranquios intentando minimizar el impacto socioeconómico
Para identificarlas, el equipo de investigación describirá la distribución espacial de las distintas especies de tiburones pelágicos mediante el uso de marcas electrónicas de seguimiento y modelos de distribución espacial de especies como la tintorera (Prionace glauca), el marrajo (Isurus oxyrinchus) o el tiburón zorro (Alopias vulpinus). Asimismo, evaluará el esfuerzo pesquero y colaborará con asociaciones de pesca comercial, recreativa y organismos de gestión para reducir la mortalidad accidental de los escualos.
Después, los científicos transferirán los hallazgos a los profesionales del sector pesquero, organismos gestores y sociedad en general a través de actividades de divulgación y procesos participativos con cofradías y asociaciones de pesca. El director del equipo científico, Joan Navarro, ha avanzado que van a desarrollar una serie de acciones de seguimiento de estas especies en colaboración directa con el sector pesquero y las administraciones públicas para identificar las áreas protegidas de mayor interés y que permitan reducir al máximo la mortalidad no natural de estos “depredadores icónicos”.
La iniciativa está encabezada por el ICM-CSIC en colaboración con la Generalitat de Catalunya, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Fundación Zoo de Barcelona. Se desarrolla con la colaboración de la Fundación Biodiversidad a través del Programa Pleamar y está cofinanciada por la Unión Europea (UE) a través del FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura).
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