MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Científicos de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) han comprobado que el consumo habitual de quinoa puede contribuir a prevenir la aparición de diabetes tipo 2, ya que sustituir los cereales por este producto mitiga los picos de glucosa en sangre tras las comidas.
Según informó este jueves el centro universitario, este estudio fue liderado por la profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC e investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer (Idibaps), Diana Díaz Rizzolo y sus resultados acaban de publicarse en la revista ‘Nutrients’.
La quinoa, un pseudocereal de origen andino, tiene un valor nutricional excepcional: es muy rica en vitaminas del grupo B y en las vitaminas E y C, así como en minerales como el calcio, el hierro o el magnesio.
Asimismo, es una buena fuente de carbohidratos complejos y de fibra, y contiene una elevada concentración de proteínas con todos los aminoácidos esenciales, que son los que se deben incorporar a través de la dieta.
Debido a este valor nutricional, se había hipotetizado que el consumo de quinoa podría tener un impacto favorable respecto a ciertas enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2. Sin embargo, no existía ningún estudio científico que avalara estos supuestos beneficios para la salud.
EVIDENCIA CIENTÍFICA
Por ello, explicó Díaz Rizzolo, “hicimos una revisión para averiguar qué decía la bibliografía científica sobre todos los beneficios que se atribuían a la quinoa y vimos que no había evidencia científica previa, que solo había hipótesis y que los trabajos existentes solo se centraban en algún componente o nutriente concreto, sin tener en cuenta todo el alimento”.
Por ello, la investigadora y su equipo quisieron comprobar qué pasaba si eliminaban de la dieta otros alimentos ricos en hidratos de carbono capaces de provocar un aumento más rápido de la concentración de glucosa en sangre y los sustituían por quinoa y alimentos hechos a partir de este pseudocereal.
Querían comprobar si esta sustitución podía tener un impacto positivo en la prevención de la diabetes tipo 2 en personas con un alto riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores reclutaron a personas mayores de 65 años en estado de prediabetes. La edad es por sí misma un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad, que puede iniciarse, de forma silenciosa, diez años antes del diagnóstico.
Durante un mes, los investigadores hicieron un seguimiento de los voluntarios: les colocaron un sensor de monitorización continua de glucosa que cuantificaba el valor de azúcar en sangre cada minuto del día, y les pidieron que registraran lo que comían.
DIETA CON QUINOA
Al cabo de un mes, sustituyeron los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos -como cereales, legumbres, tubérculos y pasta- por quinoa y alimentos hechos a partir de este pseudocereal.
“Comparamos los patrones de la glucosa en sangre y vimos que, cuando los participantes habían ingerido quinoa, el pico de glucosa era inferior que con la dieta habitual”, resumió la investigadora de la UOC. “Esto es crucial, porque estos picos de glucemia después de comer son determinantes en la evolución de la diabetes tipo 2”.
Los investigadores también vieron que el consumo de quinoa ayudaba a controlar el nivel de lípidos en sangre, por lo que consideran que podría ser útil para controlar la hipercolesterolemia y otros factores relacionados con el riesgo cardíaco.
“La quinoa contiene un elevado contenido de grasas insaturadas, de antioxidantes y de polifenoles, con claros beneficios cardiovasculares”, apuntó Díaz Rizzolo. Este pseudocereal también tiene unos niveles elevados de betaína, un compuesto capaz de controlar los niveles de homocisteína y evitar la aparición de enfermedad coronaria.
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