MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
La criptomoneda bitcoin, que es la más reconocida y popular, se colaría en el 27º puesto de la lista de países que más energía consumen, por delante de Pakistán, que cuenta con una población de más de 230 millones de personas.
Ese dato figura en un estudio liderado por el Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-Inweh, por sus siglas en inglés), y publicado en la revista ‘Earth’s Future’.
El aumento de los precios de las criptomonedas durante la década anterior provocó enormes inversiones en el sector de las criptomonedas. Las monedas digitales se han ganado la fe de los principales inversores del mundo.
Gracias a ’blockchain’ y otros avances tecnológicos, las monedas digitales constituyen ahora un elemento avanzado del sistema financiero mundial y su auge es comparable a la fiebre del oro.
Sin embargo, ese mercado tiene un lado oscuro oculto, según una investigación realizada por científicos de Naciones Unidas, pues la minería de criptomonedas puede tener importantes impactos ambientales en el clima, el agua y la tierra.
Los investigadores evaluaron los impactos ambientales de bitcoin en todo el mundo observando las actividades de 76 naciones mineras de esa criptomoneda durante el periodo 2020-2021. Además de una huella de carbono sustancial, hay también impactos hídricos y terrestres.
“Las innovaciones tecnológicas a menudo se asocian con consecuencias no deseadas y bitcoin no es una excepción”, según Kaveh Madani, director del UNU-Inweh, quien dirigió el estudio y añade: “Nuestros hallazgos no deberían desalentar el uso de monedas digitales. En cambio, deberían alentarnos a invertir en intervenciones regulatorias y avances tecnológicos que mejoren la eficiencia del sistema financiero global sin dañar el medio ambiente”.
HUELLA DE CARBONO
Según el estudio, la red minera mundial de bitcoin consumió 173,42 teravatios hora de electricidad entre 2020 y 2021, lo que significa que si esta criptomoneda fuera un país su consumo de energía ocuparía el 27º en el mundo.
La huella de carbono resultante fue equivalente la operación de 190 centrales eléctricas alimentadas con gas natural. Para compensarla, se deberían plantar 3.900 millones de árboles, lo que cubriría un área casi igual a la superficie de Países Bajos, Suiza o Dinamarca, o un 7% de la selva amazónica.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la minería de bitcoin por sí solas podrían ser suficientes para impulsar el calentamiento global más allá del objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento climático antropogénico por debajo de los dos grados en comparación con los niveles preindustriales.
HUELLAS HÍDRICA Y TERRESTRE
Además, la huella hídrica de bitcoin fue similar a la cantidad de agua necesaria para llenar más de 660.000 piscinas olímpicas, suficiente para satisfacer las necesidades actuales de agua doméstica de más de 300 millones de personas en las zonas rurales del África subsahariana.
La huella terrestre de las actividades mineras de bitcoin en todo el mundo durante el periodo analizado resultó ser 1,4 veces el área de Los Ángeles (Estados Unidos).
Los científicos de la ONU indican que la minería de bitcoin depende en gran medida de fuentes de energía fósiles. El carbón representa un 45% de su suministro energético, seguido del gas natural (21%), la energía hidroeléctrica (16%), la nuclear (9%), la eólica (5%) y la solar (2%).
PAÍSES
China, por un amplio margen, fue la mayor nación minera de bitcoin. Para compensar sus emisiones de carbono por el uso intensivo de carbón, se deberían plantar alrededor de 2.000 millones de árboles (lo que abarcaría un área equivalente a la suma de Portugal e Irlanda) o 45.000 veces el área de Central Park, en la ciudad de Nueva York.
Además de China, las 10 principales naciones mineras de bitcoin del mundo en 2020 y 2021 incluyen a Estados Unidos, Kazajistán, Rusia, Malasia, Canadá, Alemania, Irán, Irlanda y Singapur.
Noruega, Suecia, Tailandia y el Reino Unido se encuentran entre los países que figuran en la lista de los 10 primeros cuando se tiene en cuenta la huella hídrica o terrestre de sus actividades mineras de bitcoin.
En conjunto, las 10 principales naciones mineras de bitcoin en términos de huella ambiental son responsables de entre un 92% y un 94% de las huellas globales de carbono, agua y tierra de esa criptomoneda.
El informe incluye recomendaciones sobre posibles intervenciones de los gobiernos para analizar y mitigar los impactos ambientales de las criptomonedas. También sugiere invertir en otro tipo de monedas digitales más eficientes en términos de uso de energía y menos dañinas para el medio ambiente. También llama la atención sobre los impactos transfronterizos y transgeneracionales de la minería de criptomonedas.
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