MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Las asambleas de las secciones nacionales de Atención Primaria, tanto Rural como Urbana, del Consejo General de Médicos (CGCOM) celebradas en sesión conjunta en el marco de la VII Convención de la Profesión Médica, han mostrado su apoyo a los compañeros de Madrid y Cantabria tras las convocatorias de huelga.
Desde ambas secciones nacionales consideran que, tanto en el caso de Madrid como en el de Cantabria son necesarias medidas urgentes de mejora de las condiciones laborales, la inmediata mejora de la seguridad de los centros para evitar las agresiones a los profesionales, “y la imprescindible necesidad de consenso con los clínicos antes de tomar decisiones de gestión clínica que afecten a médicos y pacientes”.
Por tanto, los representantes de Atención Primaria del CGCOM “manifiestan su preocupación y apoyo incondicional” a los compañeros médicos que se han visto afectados por una convocatoria de huelga que nunca es deseada por los profesionales; y solicitan a la administración sanitaria “más respeto” por sus trabajadores y “más diálogo y consenso” antes de tomar decisiones que afectan al funcionamiento de la Atención Primaria ofreciéndose siempre al más abierto diálogo.
En el caso de Madrid, recuerdan, “sin el consenso requerido en estas circunstancias”, los médicos que ocupan los puestos de urgencias en los servicios SAR y SUAP (Servicio de Atención Rural y Servicio de Urgencias de AP) han visto como se han modificado sus condiciones laborales previas, desapareciendo los SAR y con ello los derechos laborales adquiridos de sus trabajadores (entre ellos los destinos adquiridos en oposición, los horarios preestablecidos, la conciliación familiar y el aumento de horas entre otros), y ello por falta de personal médico para ocupar todas las plazas de la urgencia de AP de la CAM, situación que ocurre desde la pandemia por Covid-19.
Por ello, entienden que ante la precaria situación en la que se encuentra la AP en general, este tipo de decisiones en los servicios de urgencias no ayudan a mejorar las condiciones de trabajo, más bien al contrario, conducen a aumentar el malestar de los profesionales del sector. Máxime en el sector rural, eslabón más débil de la cadena asistencial, que puede conducir a un agravamiento de la atención recibida en este espacio sanitario.
“El servicio que prestaba el SAR en la zona rural se ve comprometido severamente con estos cambios de organización y este hecho preocupa a los representantes colegiales del sector de AP”, expresan.
En el caso de la situación en Cantabria, afirman que “en primer lugar, es necesario cumplir con los acuerdos logrados en 2019 que incluían agendas asumibles”, y, en segundo lugar, eliminar la categoría de “médico de continuidad”. Esas plazas deben integrarse en los equipos de AP y Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Además de mejorar la seguridad en todos los centros.
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