MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El partido del oficialismo en Guatemala, Vamos, es la fuerza más representada en el Congreso tras las elecciones, y dado que tiene una agenda similar a la de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de la candidata presidencial Sandra Torres podría ser su principal aliado en caso de victoria en la segunda vuelta frente a un Bernardo Arévalo para quien será más difícil lograr apoyos que secunden sus propuestas legislativas.
Vamos tendrá 39 diputados, seguido de la UNE de Torres, con 28, y de Semilla de Arévalo, con 23. Ambos, que se han presentado como opciones socialdemócratas, tendrán ante sí el reto de convencer a más del 70 por ciento del electorado que o bien se decantó por opciones conservadoras, o votó nulo o en blanco.
En caso de victoria, se espera que Torres pueda contar con el apoyo de varios diputados de Vamos e incluso del liberalismo conservador de Viva –11 diputados–, mientras que Arévalo podría contar con algunos votos de Cabal –18–, Vos –4–, y con total seguridad el del partido indigenista Winaq, que ha logrado un escaño.
En total, habrá 17 fuerzas representadas en el Parlamento, aunque solo tres de ellas por encima de los dos dígitos y nueve por debajo de los cinco diputados.
Desde el punto de vista de la derecha, no está claro cuál de las dos opciones es la menos atractiva, por lo que partidos conservadores, como el ultraderechista Valor-Unionista, podría dar libertad de voto a sus electores.
Sin embargo, la falta de precedentes de una segunda vuelta como la del próximo 20 de agosto –debido a que se trata de dos fuerzas que se autoproclaman de izquierdas– hace difícil establecer un escenario posible. La tendencia natural es que tanto Torres como Arévalo centren su campaña en mensajes moderados para atraer a ese votante medio, que se mueve por el centro del espectro político.
Ambos candidatos no solo tendrán ante sí el reto de convencer al electorado que optó por otras candidaturas, sino también al más de 1,3 millones de guatemaltecos que dejaron la papeleta en blanco o votaron nulo y al 40 por ciento del electorado que ni siquiera acudió a votar.
UNE, un partido histórico que precisamente ya consiguió tener a un presidente de Guatemala como es Álvaro Colom, exmarido de Torres, apelará a la desconfianza que pueda generar un proyecto de izquierda tan joven y definido como el de Arévalo para ganarse a los indecisos, mientras que su rival, buscará revertir este antivoto con el que el pueblo guatemalteco suele castigar a las élites políticas tradicionales.
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