MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU instan, a través del Congreso Católicos y Vida Pública, a los movimientos religiosos a actuar ante la “preocupante” situación social de “pérdida de valores”.
Consideran que los católicos tienen “un papel determinante” ante el “reto irrenunciable” al que convoca el Papa de fomentar un catolicismo social en un contexto de “desorden” de “vivir como si Dios no existeria”.
Así lo refleja el manifiesto del congreso, que se celebrará en la Universidad San Pablo de Madrid del 15 al 17 de noviembre en su 26 edición. Con el lema ‘Quo vadis? Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre’, la ACdP plantea responder a una pregunta que forma parte del carisma de la asociación, “si la fe tiene que ver con todas las dimensiones de la vida”, indicó este martes Pablo Velasco, consejero de la asociación durante la presentación de la cita en el Colegio Mayor de San Pablo.
En el acto también se presentaron los nuevos codirectores del evento, la vicesecretaria general de la ACdP y directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo, María San Gil, y el vicepresidente de la asociación, José Masip. Éste subrayó que el congreso “interpela a los católicos a preguntarse dónde van” y que retoma la idea del promotor del congreso, Alfonso Coronel de Palma, de dar testimonio como católicos.
Así, aunque la cita tendrá la estructura habitual con ponencias de expertos internacionales “de gran relieve”, mesas redondas a cargo de las realidades cristianas y youtubers, también se invitará con su programación a los jóvenes a que “se pongan en primera línea”. Por eso, el 26 Congreso dedicará especialmente a los jóvenes católicos la agenda del sábado por la tarde.
NUEVA GENERACIÓN
Como refleja su manifiesto, que avanzó este martes la codirectora San Gil, “es preciso” que los católicos tomen “conciencia” del papel que les corresponde: “Convoquemos a una nueva generación y salgamos de un intento de marginación y desprecio de una moda dominante, que parece empeñada en no entender la causa de la crisis”.
Pero el manifiesto matiza que “tan equivocada” es la consideración de que todos los católicos piensen “lo mismo en todas las cuestiones políticas”, como concluir que no tienen “cohesión alguna en el ámbito público”, por lo que deberían abstenerse “de toda toma de posición social y política.
“No se trata de buscar, encontrar y apoyar una opción política partidaria, sino de enunciar y articular una estrategia o un conjunto de iniciativas, a modo de plan que contribuya a una toma de conciencia de la gravedad de la situación, conscientes de hasta qué punto los fundamentos humanistas de nuestra civilización están siendo atacados en su raíz. Reiteramos que el papel de los católicos españoles y europeos en este ámbito resulta esencial y determinante. Si no lo impulsamos nosotros, nadie lo hará”, remarca el documento.
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